Esta foto es de hace unos días, y muestra el aspecto actual del argayo (que es como se llaman en Cantabria a los despredimientos de tierras) que afectó a principios de este verano al pueblo de Sebrango, situado en la comarca de Liébana. Las peñas más altas que se ven arriba son los Picos de Europa.
El desprendimiento ha motivado que el pueblo esté desalojado y que lo más probable es que nunca más podrá ser habitado. Los técnicos consideran que el argayo puede volver a movilizarse este otoño-invierno con las lluvias, aunque se están adoptando medidas de drenaje para reducir la carga de agua de los materiales e intentar que no se movilicen los miles de toneladas de tierra y rocas que están absolutamente inestables. Si os fijáis un poco se ven edificios destruidos, en concreto una ermita, y os podéis hacer una idea de sus dimensiones si podéis ver una pala excavadora que está en la parte baja; os aseguro que la pala es de las grandes.
Tuve que recorrer todo el desprendimiento desde la parte alta hasta el pueblo y realmente es una experiencia inolvidable por lo que impresiona la fuerza de la naturaleza. Demostración de que el hombre es un animal que tropieza dos veces en la misma piedra es que parece ser que el pueblo ya fue reubicado en el siglo XVIII porque otro argayo se llevó parte de las casas. Y la toponimia no miente; el vallejo por el que se ha descolgado el desprendimiento se llama desde tiempo inmemorial "La Argayá". Afortunadamente en este caso no ha habido desgracias personales, pero los pocos habitantes permanentes del pueblo (la mayoría gente anciana) que ahora lo tienen que abandonar para siempre se dejan entre esos muros buena parte de su vida.
Perdonad el rollo, pero me parecía interesante contar la intrahistoria de la foto.
Un saludo
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Sebrango_1 por
Jierra2012, en Flickr[/url]