No quiero ni pensar lo que harían algunos en el Monument Valley, entre Utah y Arizona. ¡Si John Wayne levantara la cabeza!
Años atrás pude ver la obra de un fotógrafo que hizo prácticamente la misma toma de ese paraje tinerfeño a diferentes horas del día. Y era magnífico, impresionante ver los diferentes colores y matices hasta el punto de que no supe (ni sabría, aún hoy) elegir una de esas imágenes en particular. El conjunto conformaba la mejor promoción turística posible del lugar, sin duda. La naturaleza es lo que es. La belleza está en ella, pero no todos tienen la capacidad de verla y apreciarla.
El problema de esta vista es el mismo que el de, por ejemplo, la del Castil de Tierra, en las Bardenas Reales: es francamente difícil personalizarla. Pero siempre vale la pena intentarlo.
P.D. No sé a qué hora está hecha la toma, pero puedo suponer que muy cerca del mediodía. Y puedo asegurar que esos colores son absolutamente reales y tan sólo representan una mínima parte de los innumerables matices que ese paraje puede tener a lo largo del día y en las diferentes estaciones.