Lo bonito de hacer fotos a niños es que es raro que queden mal.
Su espontaneidad, sus gestos etc hacen que siempre tengan sus fotos algo simpático que compartir.
En retrato da buenos resultados que el fondo tenga menos luz que el sujeto principal. En este caso al ser un contraluz tan fuerte no es fácil sin llevar un equipo adecuado.
Un reflector frontal o un flash bien controlado le habría dado un plus a esta foto.
Aquí el colorido ha quedado muy mate y el fondo casi hace que cierres los ojos.
Ya se sabe que en vacaciones no llevas más que lo imprescindible,,pero para otras ocasiones
Un saludo.