Buena noches amigos:
Estoy a punto de ingresar en esto del mundillo de los 4/3. Vengo del analógico de 35 mm y del medio formato 6x4.5. En digital casi nada me había convencido hasta ver la nueva Nikon 800D y la Oly OM-D. Casi casi me gasto los 3.000 eurillos en la Nikon pero no me terminaba de convencer el volumen para poder llevarla en cualquier ocasión pero si iba buscando maxima definición añorando a mis viejas fotos.
Creo que con la Oly y, a juzgar por vuestras fotos, creo que lo conseguiré a un precio menor y comodidad mayor.
También me atrae la ieda de poder volver a usar algunos de los antiguos objetivos de focal fija que a buen seguro me ayudareis a adaptar.
De momento y a modo de presentación os pongo unas letrillas (me gusta escribir y reflexionar de vez en cuando) sobre esto de la fotografía. Espero que os guste mi reflexión. Saludos.
“A veces me pregunto por qué me atrae tanto la fotografía.
¿Por qué mi mente divaga, imagina, recrea, transciende, crece, se expande, vuela y se transforma al contemplar una simple imagen?
No lo se pero creo atisbarlo. Tal vez sea porque esa imagen sea capaz de rememorar en mi viejas sensaciones, instantes de una vida plasmados en un papel, envasados como en un cápsula del tiempo siempre dispuestos a transportarme a aquel momento…
Tal vez me atraiga la necesidad de nuestra alma de atrapar esos instantes y poder volver una y otra vez a ellos.
No importa lo que se fotografíe, lo que queda encapsulado es lo que yo sentía al hacer esa foto, sólo yo puedo interpretarla, sólo yo puedo sentirla, yo la creé y sólo yo puedo entenderla… pero como alma generosa no la quiero sólo para mí. Quiero compartirla con todos y que en cada uno despierte sensaciones propias.
Al ver fotografías de otros me gusta preguntarme qué le llevó a captar esa imagen, qué sensaciones, qué sentimientos, qué clase de fantasías quiso recrear, qué parte de la realidad (si es que existe) quiso plasmar. La miro y le digo ¡háblame, dime lo que sientes, dime tu verdad, quiero entenderte…
Me gusta preguntarme qué se esconde ante una mirada perdida, un paisaje otoñal, un rostro pensativo, un bonito contraluz, una hoja en el suelo, una veleta al viento…
Escudriño en mi interior y veo que todo surge de la necesidad de plasmar nuestras vivencias. Que es fruto de la capacidad de imaginar que tenemos y que como pensamientos fugaces que son intentamos atraparlos.
Observo pinturas rupestres y lo veo, miro viejos cuadros y lo veo, admiro esculturas y lo veo, siento a aquel cazador, al viejo pintor, al tenaz escultor y todo ello me habla, mi imaginación corre, vuela, me transporta e intento vivir ese momento tal como se concibió. Sí, todos son instantes de que alguien quiso dejar para sí y para todos.
Por todo ello algo se nos mueve dentro al contemplarlos y a pesar de creernos más evolucionados que aquel hombre primitivo seguimos teniendo la necesidad de hacer nuestras propias pinturas en la cueva de nuestra mente.
Por eso salgo cada día con mi cámara, con la mirada presta y el corazón sensible abierto a intentar captar mis pequeñas vivencias. Todo es plasmar, todo es sentir, es estar despierto y apreciar lo que nos rodeaâ€.
Cristób@l