El obturador no funcionaba, abría lentísimo o no abría y cerraba muy lento. Había criado aceite en las palas y tenía que limpiarla.
Tenía todo lo necesario para hacerlo, así que manos a la obra.
Desmontando los aros que fijan el parasol y el telémetro y desenroscando el grupo óptico delantero se accede al obturador aceitoso.
Hay que desoldar los cables del fotómetro para que no se vayan a partir o soltar por dentro.
Se va limpiando el obturador con gasolina de mechero Zippo, disparando, y dejando secar. Se repite la operación tantas veces como haga falta (5 necesité hasta que desapareció el aceite completamente) y lo dejé abierto secando toda la noche.
Esta mañana, estaba limpio, seco y funcionando a la perfección.
Se vuelven a soldar los cables.
Se comprueba que el fotómetro mide y se vuelve a montar todo.
Como ha quedado perfecta, con todas la velocidades fiables, el fotómetro midiendo bien y el telémetro ajustado, se le pone un carrete y se sale a hacer fotos.
Y eso es todo. Una limpieza bastante sencilla, un ratico entretenido y la cámara funcionando como si fuera nueva.
¡Saludos!
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