freme_3 escribió:me parece un derroche de energías y ludopatía o juego compulsivo sacar esta foto para luego ponerla en un juego, hasta qué punto llaga esto del juego
¿De verdad cree que me he ido a pasear en plan Willy Fog por Finlandia, Noruega, Uzbekistán, Méjico...-por citar los lugares de algunas fotos que he puesto recientemente, que además llevan la fecha- para satisfacer mi ludopatía con este juego? Mi caso es similar a lo que ya ha apuntado Maldoror: llevo para cincuenta años haciendo fotos, tengo miles que voy tratando de limpiar y ordenar, y este juego me ha parecido desde el principio un hilo perfecto para volver a disfrutar con ellas, con la búsqueda y con el ejercicio de la memoria, sin pretender comentarios ni opiniones. Pero es que tanto da si las hubiera hecho ayer mismo y a la vuelta de la esquina, porque lo único importante de cada fotografía que uno hace, con el fin que sea, es lo que uno mismo saque de ella. El resto, sinceramente, lo veo secundario.
freme_3 escribió:mucho me temo que a algunos esto de la fotografía ni les va ni les viene como se suele decir, les viene grande y tienen poco o ningun interes, en lo fotografico, estan mas a un juego
Desconozco qué baremo utiliza para medir el interés de los demás en la fotografía, en las fotos -no es lo mismo- o para decir que nos viene grande. Hay muchas razones para hacer fotos y también muchas formas de disfrutar con ellas, y un juego, si se hace bien, no es la menos interesante.
Como veo que le preocupa el tema del juego y su banalidad, le diría que, si no lo conoce ya, eche una ojeada a Homo ludens, de Johan Huizinga (si no lo quiere comprar está en la red en PDF):
He aquí otro rasgo positivo del juego: crea orden, es orden [...]. El juego exige un orden absoluto. La desviación mas pequeña estropea todo el juego, le hace perder su carácter y lo anula. Esta conexión íntima con el aspecto de orden es, acaso, el motivo de por qué el juego parece radicar en gran parte dentro del campo estético.[...] Las reglas del juego, de cada juego, son obligatorias y no permiten duda alguna. [... ] En cuanto se traspasan las reglas se deshace el mundo del juego.
El jugador que infringe las reglas de juego o se sustrae a ellas es un «aguafiestas» (en alemán, Spielverderber: 'estropeajuegos'). El aguafiestas es cosa muy distinta que el jugador tramposo. Éste hace como que juega y reconoce, por lo menos en apariencia, el círculo mágico del juego. Los compañeros de juego le perdonan antes su pecado que al aguafiestas, porque éste les deshace su mundo.
Por lo demás, he participado en foros -listas de correo- sobre temas técnicos en los que el simple hecho de reincidir en embarullar los temas con réplicas que incluían mensajes anteriores al completo eran motivo suficiente para ser expulsado de la lista. Un poco drástico, sí, pero luego daba gusto leer los hilos y consultar cualquier cosa en ellos.
A ver, tocan calabazas, calabazas...