No sé si serán el futuro, porque Ricoh no parece que tenga demasiado interés en hacerlas evolucionar. Pero, en realidad, lo único en lo que se diferencian de las réflex es en la ausencia de visor y en la posibilidad de cambio de óptica. En todo lo demás, las bate de largo: ergonomía, tamaño, peso, calidad de resultados, posibilidades de personalización. Y esa carencia de posibilidad de cambio de óptica puede transformarse en una ventaja, porque agudiza la creatividad del aficionado.
En definitiva, una cámara muy recomendable para cualquiera que desee introducirse en la afición desde esa creatividad como base, y como segunda cámara, pero indispensable, para el aficionado avanzado.
Venga, otro empujoncito, que la oferta lo merece.
¡Caray! Si hasta me estoy convenciendo yo. Tal vez si vendo la EM10 a tiempo piense muy seriamente en ella, si no se ha vendido para entonces. Es una excelente opción.
¡Si Ricoh supiera lo que supondría que su nueva GR tuviera visor!
