Mario Inoportuno escribió:A mí me esta sucediendo justo al contrario, he dejado de disparar en RAW y editar; lo que sale de la cámara (en JPEG) es con lo que me quedo. Como dicen los compañeros, es fundamental hacer lo que siempre se ha hecho en fotografía: componer y medir la luz de forma adecuada además de estar satisfecho con los parámetros elegidos en la cámara. Por suerte todo esto es mucho más fácil con las actuales cámaras sin espejo porque la imagen que ves es la que sale, sobre todo si disparas en JPEG.
Eso sería, para mí, el ideal, pero hasta la fecha no he encontrado, en ninguna de las marcas de cámara que he tenido, JPG directos que se puedan equiparar a lo que ofrece un RAW en cuanto a información en sombras y luces (RD) y micro contraste.
Solamente en la primera cámara digital que tuve, la Pentax Optio S40 (sin posibilidad de disparar en RAW), el JPG es lo más parecido a lo que se puede conseguir en un RAW al uso.
Sobre todo me pone de los nervios el aspecto acuareloso, más evidente en árboles y follaje, que se puede observar al visualizar las imágenes a tamaño real.
Como no soy vago a la hora de procesar, prefiero perder un poco de tiempo que confiarle totalmente a los algoritmos de la cámara el resultado final.
Saludos,
Juan.