jotae escribió:Bueno pues... no estoy de acuerdo, en absoluto. La diferencia está tan clara que incluso no merece la pena discutirla. Cuando cualquiera de nosotros desaparezca, todas nuestras fotografías se irán con nosotros porque no habrá quien se moleste en conservarlas, transfiriendo la información a los soportes vigentes en cada momento. Es así de simple. Y eso, sin contar con que, como se ha comentado en plan jocoso, cualquier tormenta solar (de las muchísimas que ha habido recientemente y suele haber) puede enviar al guano todos los soportes porque, simplemente, todo está basado en el magnetismo y la energía eléctrica y, por tanto, es susceptible de daños irreversibles con una simple tormenta eléctrica provocada por el astro rey. Cosa que, por cierto, no ocurre con los soportes de plata, de los que muchos guardamos el recuerdo de nuestros abuelos o fotografías con más de 60 años.
Hoy por hoy, la única manera de que nuestras fotos más preciadas nos sobrevivan y puedan ser compartidas por nuestros hijos, nietos o biznietos es su impresión en papel o la edición de fotolibros. Lo cual no está nada mal, por otra parte, porque nos obligará a seleccionar y guardar mucho más y mejor nuestras imágenes.
Hombre jotae, tus discos duros (y los datos que hay dentro) no se mueren contigo. Si tus hijos o herederos consideran que merece la pena conservarlos, y más concretamente los datos que hay dentro, lo harán. Otra cosa es lo que se ha comentado, que si guardamos mucha cantidad sin seleccionar, pues pocos se pondrían a clasificar "la herencia".
Si tus fotos desaparecen como tu bien dices es porque nadie ha tenido a bien guardarlas, y eso ha pasado con todo siempre, incluyendo las fotos de papel, e independientemente de su "calidad" o valor, muchas veces simplemente por circunstancias.
Vamos, que para nada el conservar las fotos es cuestión de que estén en papel o no, sino de si quien las recoge las quiere conservar.
Muchos tenemos fotos de papel de nuestros abuelos simplemente porque a) en su tiempo, una foto en papel era algo excepcional y valioso en si mismo y como tal se atesoraba b) cuando han ido pasando de manos, eran documentos tan excepcionales (probablemente más que cuando se hicieron, por su valor "histórico") que se valoraban lo suficiente como para guardarlos. Muchas veces eran retratos, que además tienen un valor sentimental importante siempre.
El tema de las tormentas solares... si llega una que nos borre los discos de nuestras fotos, tranquilo, que eso va a ser de lo último por lo que nos tengamos que preocupar. De todos modos, si te pones en plan catastrófico te pongo ejemplos mucho más plausibles que estropearían tus fotos en papel y no en digital: imprime fotolibros y guardalos en casa. Espera a que haya una inundación o un incendio en tu casa, cosa seguramente mucho más probable que una tormenta solar que destruya los datos de tu disco duro. Has perdido todas tus fotos. Si las hubieras almacenado en un servicio online, no las perderías, ni siquiera aunque hubiera inundaciones o incendios en alguno de los centros de datos que alojen tus fotos, porque los datos estarán replicados, tendrás copias de seguridad, etc.