Sinespejo

Pues nada aquí un link que os dirige a un artículo que incluye las fotografías mas caras de la historia.

http://culturafotografica.es/las-fotogr ... -historia/

Cuanto pesa la calidad de la foto, cuanto pesa el nombre del autor, cuanto pesa el momento, cuanto pesa el marketing, cuanto pesa el conocimiento, cuanto pesa el dueño actual de la foto ........, para darle valor económico a la foto.

Para mi es complejo analizar el alto valor de estas fotografías, mas allá que sean de mi gusto o no.

Jose Viegas escribió::?

jeje

Personal mente no me gusta casi ninguna.

Pienso que la fotografía vale lo que uno quiera pagar........

¿qué me darían por 10€?



No, en serio, ya no se si es esnobismo, idiotez, caprichos... desde luego es como dice el compañero pero extendido a cualquier cosa: todo vale lo que uno esté dispuesto o quiera pagar por ello.
Lo cual nos lleva a la manipulación para dar una sobredimensión a algo que no la tiene con el objetivo de encarecer algo... y forrarse de paso.

El valor económico del arte es un comodín que las grandes fortunas se han dado para conservar patrimonio a salvo de los vaivenes bursátiles (tal vez no de los de la bolsa de arte, pero eso es otro tema). Un ricachón tiene un Goya, o una Sherman, y tiene 3.000.000€ colgados en una pared, por si algún día la bolsa hace crack y hay que descolgarlo para pagar deudas.

Intentar encontrale lógica al valor económico que se le da a una obra de arte midiendo su calidad técnica no es muy inteligente. Baste con el ejemplo de un cuadro cualquira, que se valora en X por los "expertos" y, cuando una técnica científica avanzada revela que es un Velázquez, ese mismo cuadro, que ha sido revisado por decenas de "expertos" por arriba y por abajo y que no pasaba de "valer" X, automáticamente pasa a valorarse en X x 1.000. ¿Por qué, si el cuadro es el mismo que un día antes? Porque una firma adecuada es mucho, mucho más valiosa que una técnica perfecta.

Interesante artículo! Gracias por compartir.

Viendo estas cosas me doy cuenta que no se nada de fotografía y que Phantom parece hasta chula al lado de las demás...
Un saludo

otros tiempos. en la actualidad dudo que alguien pague una gran suma por una foto.

Pues yo no compraría ninguna ni por ese precio ni por ningún otro, a no ser que fuera un marchante de "arte" y me quisiera forrar con el esnobismo de la peña, pero he de reconocer que la de Peter Lik, la del fantasma, y la de Andreas Gursky, la del río, me gustan bastante.
Si tuviera que comprar alguna foto compraría alguna de Chema Madoz.

Saludos,
Juan.

Que horror....
La del fantasma, es la unica que a parte de bonita, tiene merito.
El resto solo veo la despreciable habilidad del artista para vender su mierda a precio de oro... La mas absurda de todas... La del rio. Puedo llegar a entender que al autor le pueda parecer interesante... Y que alguno al verla diga... Que relajante o algo así... Pero pedir dinero por eso me parece mas que indecente!!!

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Para gustos los colores... Gracias por el enlace!!!

Esta colección me demuestra, una vez más (por si me hacía falta, a estas alturas) la gilipollez profunda que rodea el mundillo del llamado "arte". Claro que basta con visitar ARCO para percatarse de ello. Salvo la primera, la del fantasma (realmente buena, en mi opinión, más allá de lo que se ha pagado por ella) el resto me parecen horrendas. Y, especialmente, las de la tal Cindy Sherman (¡qué jeta, la tía!), que no hay por donde cogerlas.
No cabe buscar motivos o razones para lo que se ha pagado por ellas. La fotografía no necesariamente responde al concepto de "arte", aunque los argumentos que se pretenda esgrimir en estos casos respondan al mismo. El valor de una fotografía determinada depende de muchas variables, bien diferenciadas entre sí. Y, por supuesto, no basta pretender que una foto ser "artística" para que lo sea. Pero el mundo del arte es, sobre todo y ante todo, pretencioso como pocos. Por ejemplo, conozco personalmente a un pintor surrealista y autodidacta cuyo único mérito para tener éxito comercial ha sido echarle morro al asunto y vender sus cuadros carísimos. Tardó lo suyo en vender el primero, pero los asistentes a sus exposiciones quedaban atraídos siempre por sus desorbitados precios a pesar de ser un desconocido y de ni siquiera acreditar un conocimiento del cromatismo o el dibujo, aunque sí mucha "imaginación". Pero que un pintor desconocido pida por uno de sus cuadros cien mil pesetas (allá por los 70) era, cuando menos, muy espectacular... hasta que hubo quien las pagó. Desde ese momento fue reconocido como "artista" internacional y hasta sus litografías firmadas se vendían casi a los precios iniciales de sus obras. Algo inaudito... pero cierto.