Muy interesante pero seguro, seguro que va a generar mucha controversia, sobre todo entre los más puristas.
Desde el hilo de los RAW y el confinamiento mi percepción en cuanto a lo que se refiere al equipo óptico, o sea la cristalería, ha variado sustancialmente. La foto que subí del Himalaya y que yo creía casi irrecuperable por el ruido debido a la deficiente exposición y que pude dejar en unas condiciones prácticamente excelentes gracias al Topaz DeNoise AI ha significado un antes y un después, no sólo con respecto al tratamiento del ruido sin perjudicar el detalle sino también con respecto a la herramienta Sharpen que convierte a un objetivo kitero en casi un pata negra en lo que respecta a la nitidez, sin generar artefactos o efectos indeseados como el sobre enfoque.
Además hay otro programa de Topaz que también se llama Sharpen que incluso mejora de manera sorprendente fotos trepidadas. No es que las deje impecables pero sí que las deja al menos bastante apañaditas.
Con esto quiero decir que si un objetivo medianamente bueno, gracias a la fotografía computacional, se puede convertir en una lente casi excelente, puede dejar de tener sentido el gastarse mucha pasta, a nivel aficionado, en objetivos carísimos.
Por supuesto que los milagros no existen ya que esa mejora, evidente incluso para quienes no sean pixel peepers, puede no ser suficiente para un profesional ya que ciertos "defectos" como la blandura en los lados, por ejemplo, no las corrige y para las aberraciones geométricas o cromáticas ya existen otros programas, pero para ese plus de nitidez que diferencia un objetivo normalito de uno PRO el resultado es, repito, altamente sorprendente, con el resultado de una imagen muy "afilada" sin efectos secundarios.
A ver si luego pongo algunos ejemplos del antes y el después.
Saludos,
Juan.