daniel escribió:A mí también Soth se me hizo inmanejable. Bueno, eso no quiere decir que ahora lo sea. No lo de la narrativa, que él lo plantea, pero como a mí la cuestión de la fotografía narrativa me parece una ilusión o una confusión, eso no me interrogó. Pero la cuestión de la consistencia no tenía cómo agarrarla.
No sé si en ese aspecto te refieres a la página de
Desire Lines: Reframing the American Road Trip Narrative in Alec Soth’s Photographs, pero cuando mencioné lo de la
narrativa me refería a algo mucho más sencillo: a que en cualquier grupo de fotografías puede haber algunas excelentes en sí mismas y otras que, aunque vistas individualmente no lo sean tanto, tienen su papel dentro de un hilo conductor, es decir que añaden coherencia o, no sé si coincido con lo que tú dices, consistencia.
Pero no me parece que esos itinerarios de Soth, ya sean efectivamente recorridos o solo deseados, aporten nada a sus imágenes. A pesar de la explicación "
distinct pictures considered as a narrative whole", no parece haber mas conexión entre ellas que la propia ruta. Quizás por eso
Sleeping by the Mississippi o, como dije,
NIAGARA resultan algo más coherentes por su geografía explícita, aunque
Songbook me parezca la mejor serie sin que la dispersión de lugares donde se hayan hecho esas fotos (Florida, Colorado, California, Dakota del Norte o donde sea) importe lo más mínimo porque su entidad como serie no depende de ello.
Por el contrario, por decirlo con palabras simples, no entiendo qué demonios está contando en "Paris /Minnesota" ni qué tienen que ver las fotos de Lagerfeld en el evento de Chanel en el Grand Palais con la cancha de baloncesto de Minnesota, a pesar de que
se exponen como parte de un conjunto, como -seguramente carencia mía- tampoco veo el valor ni el interés de fotografías como estas (hay otras en casi todas las series, como también hay algunas bastante mejores):


Soth acierta de pleno al decir que se libera al no pretender reinventar la rueda y que hace suya la tradición de la fotografía de "carretera y manta" (
the degree of freedom necessary to accept the influence of the American tradition of road trip photography in his own work – to stop pretending he was reinventing the wheel, to carry on the tradition and make it his own), pero no creo que la mística de Kerouac ni el
Born To Be Wild de
Steppenwolf se basten por sí solos como justificación para el revoltillo. Por comparar con algo ya comentado, basta ver la obra de Walker Evans para percibir, sin necesidad de mapa alguno, que, aun dilatada en el tiempo y el espacio, es mucho más sólida y coherente.