Sony A7 - accidentes y cambios de perspectiva
Publicado: Lun May 21, 2018 8:25 pm
Como tal vez recordeis, pasé de mi querida Fujifilm X100T a una sony A7 aprovechando una oferta del Cybermonday. Quería volver a usar zooms y sobre todo probar de una vez por todas una cámara digital de formato completo. Y me arrepentí casi en seguida: la Sony era mucho más aparato electrónico y menos cámara que la X100T y sentía que en términos de calidad había dado un paso atrás. Tan arrepentido estaba que empecé a hacer planes para venderla y comprar algo tipo Fuji XT-20.
Y de repente, en febrero, lo imprevisto: durante un paseo, mi A7 se cayó a una laguna y se llenó de agua y arena. La cámara volvió a funcionar pero en la tienda me avisaron de que tenía los días contados. Moralmente ya no podía vender la cámara y tampoco iba a comprar una nueva mientras la A7 funcionase, así que me encontraba en una situación en lo que lo único que podía hacer era usar la Sony hasta que dijese basta.
Eso lo cambió todo: liberado de la tentación del G.A.S., empecé a usar la A7 en serio y me encontré con un montón de sorpresas: un rango dinámico al que no estaba acostumbrado, un objetivo de kit mucho mejor de lo que esperaba, la posibilidad de usar ultra angulares, las aplicaciones para Sony que se han revelado como fundamentales para mi manera de hacer fotos... Ahora mismo la A7 sigue funcionado perfectamente pero ya tengo claro que el día en que se dañe, probablemente la sustituirá una A7II. Mientras tanto, lo que debería haber sido un infortunio ha conseguido que, por primera vez en mucho tiempo, me concentre en la fotografía y no en la herramienta.
Supongo que muchos estaréis pensando que soy idiota por haber necesitado algo así para concentrarme en la fotografía y abandonar mis prejuicios contra Sony; desde luego no puedo discutirlo. Simplemente quería compartir con vosotros esta pequeña revolución personal que tuvo su origen en una laguna playera.
Y de repente, en febrero, lo imprevisto: durante un paseo, mi A7 se cayó a una laguna y se llenó de agua y arena. La cámara volvió a funcionar pero en la tienda me avisaron de que tenía los días contados. Moralmente ya no podía vender la cámara y tampoco iba a comprar una nueva mientras la A7 funcionase, así que me encontraba en una situación en lo que lo único que podía hacer era usar la Sony hasta que dijese basta.
Eso lo cambió todo: liberado de la tentación del G.A.S., empecé a usar la A7 en serio y me encontré con un montón de sorpresas: un rango dinámico al que no estaba acostumbrado, un objetivo de kit mucho mejor de lo que esperaba, la posibilidad de usar ultra angulares, las aplicaciones para Sony que se han revelado como fundamentales para mi manera de hacer fotos... Ahora mismo la A7 sigue funcionado perfectamente pero ya tengo claro que el día en que se dañe, probablemente la sustituirá una A7II. Mientras tanto, lo que debería haber sido un infortunio ha conseguido que, por primera vez en mucho tiempo, me concentre en la fotografía y no en la herramienta.
Supongo que muchos estaréis pensando que soy idiota por haber necesitado algo así para concentrarme en la fotografía y abandonar mis prejuicios contra Sony; desde luego no puedo discutirlo. Simplemente quería compartir con vosotros esta pequeña revolución personal que tuvo su origen en una laguna playera.