Hace un par de semanas probé éste objetivo, y el resultado fue un desastre, no por la calidad intrínseca a él, sino por sus características propias, sumadas a las del cuerpo utilizado, el de la Sony A7RIV.
El objetivo no lleva aro de fijación, por lo que la sujeción al trípode, debe hacerse por la base de la cámara, quedando el centro de gravedad del conjunto, alejado del eje del trípode, lo que lo hace inestable, y propenso a la trepidación. El resultado fue que a pesar de haber deshabilitado el estabilizador y disparado con un mando inalámbrico, todas las fotos con trípode me salieron ligeramente trepidadas, incluso a la focal de 70 mm. (la menos inestable) algo que no vi hasta visualizarlas en el ordenador, con lo que solo resultaron aptas para enviarlas a la papelera de reciclaje.
A lo mejor con una cámara de menos mpx. ésto no hubiera ocurrido, pero, de todas maneras, creo que lo más aconsejable en estas condiciones sería habilitar el disparador electrónico para disminuir las vibraciones al máximo.
En disparos a mano alzada, otro punto a tener en cuenta, es que Sony probablemente en la actualidad cuente con el peor sistema de estabilización del mercado (al menos muy inferior al de Olympus y Panasonic que yo he probado) y que a lo mejor no está lo suficientemente optimizado para este objetivo, que a mí me dió un número excesivo de fotos a pulso, movidas, a velocidades de obturación que en otro sistema no me hubieran quedado. Mi recomendación es disparar a pulso con una velocidad de obturación de al menos 1/focal, es decir, a la focal de 180 mm. la velocidad mínima a disparar, sería la de 1/180 ó 1/200.
Dicho ésto, la calidad del objetivo es muy buena.
Unas fotos desde el confinamiento en casa:
A focales de 70 y 180 mm. y a f/2,8 (la peor), a pulso, pero con velocidades de obturación de 1/4000 y 1/5000 con la Sony A7RIV, y un recorte al 100%
Y una foto desde el jardín, ésta vez con apoyo de un beanbag, a 135 mm.