La llegada de Martín (9 fotos)
Publicado: Lun Oct 28, 2019 4:16 pm
Martín nació el 7 de agosto. Casi tres meses después estoy organizando y editando fotos. Quería compartir un pequeño reportaje que resume desde el inicio del parto hasta los primeros días en casa. Por no ser el típico PPP (padre primerizo pesado) he seleccionado 9 fotos. Al ser mi mujer y yo del gremio sanitario, al dar a luz en el hospital en el que ella trabaja y en el que tenemos colegas y amigos, las circunstancias fueron propicias para que pudiera llevar una cámara conmigo en todo momento, además de estar presente en cualquier zona del paritario y quirófanos.
Las primeras fases del parto las pasamos en casa, controlando el dolor de las contracciones con baños de agua tibia. Vivimos relativamente cerca del hospital y no teníamos intención de pasar horas en balde en una sala de espera o metidos en una habitación. No es que seamos los más listos, nos limitamos a seguir las indicaciones que nos habían dado previamente.
Cuando el intervalo de las contracciones fue regular y más frecuente, nos fuimos a urgencias donde nos pusimos en manos de Lourdes, nuestra amiga y matrona. A pesar de su dedicado trabajo y del sobrehumano esfuerzo de la madre, el proceso del parto no avanzó todo lo deseable (posteriormente justificado por la infraestimación de peso del neonato) y se decidió realizar una cesárea.
Por muchas intervenciones que veamos o realicemos, no es lo mismo cuando tu mujer y tu hijo son los que están en la mesa. Aún con una confianza del 200% en el equipo que se va a ocupar de tu familia, por deformación profesional no puedes evitar pensar en las posibles complicaciones que se pueden ir presentando. Y en este caso en concreto estaba pendiente no de un paciente, sino de dos. Como en la gran mayoría de las ocasiones (en nuestro afortunado primer mundo) la madre y la criatura salieron bien parados del quirófano.
En poco minutos (interminables para mi) la madre disfrutaba del bebé y el bebé disfrutaba del calor de la madre. En menos de una hora desde su venida al mundo, Martín ya reclamaba su primera ración.
Luego vino el merecido descanso para madre e hijo. Ahora cobra sentido para mi la designación de trabajo de parto a las distintas fases que deben pasar para que el inicio de las contracciones acabe trayendo al mundo a una personita.
Tras el alta hospitalaria, tu vuelta a casa es un cúmulo de novedades a la que nadie te prepara suficientemente. Vas aprendiendo sobre la marcha. Todo es nuevo para los tres. El baño que tan poco le gustaba a Martín, es hora casi un juego. El miedo que teníamos al coger al niño por si le hacíamos daño o se nos caía, ahora se ha convertido en una habilidad casi del cirque du soleil.
Pasados los primeros días de desbordamiento de emociones, la situación parece que se va normalizando. Beneficiados con la ampliación del permiso de paternidad, puedo asumir más tareas en casa para que mi mujer se centre en amamantar y descansar, sus prioridades durante estos primeros meses. No me quiero imaginar las dificultades que habría en los hogares cuando los padres tenían sólo tres días de permiso. Hasta tengo tiempo de hacerle fotos al pequeño!!!
Las primeras fases del parto las pasamos en casa, controlando el dolor de las contracciones con baños de agua tibia. Vivimos relativamente cerca del hospital y no teníamos intención de pasar horas en balde en una sala de espera o metidos en una habitación. No es que seamos los más listos, nos limitamos a seguir las indicaciones que nos habían dado previamente.
Cuando el intervalo de las contracciones fue regular y más frecuente, nos fuimos a urgencias donde nos pusimos en manos de Lourdes, nuestra amiga y matrona. A pesar de su dedicado trabajo y del sobrehumano esfuerzo de la madre, el proceso del parto no avanzó todo lo deseable (posteriormente justificado por la infraestimación de peso del neonato) y se decidió realizar una cesárea.
Por muchas intervenciones que veamos o realicemos, no es lo mismo cuando tu mujer y tu hijo son los que están en la mesa. Aún con una confianza del 200% en el equipo que se va a ocupar de tu familia, por deformación profesional no puedes evitar pensar en las posibles complicaciones que se pueden ir presentando. Y en este caso en concreto estaba pendiente no de un paciente, sino de dos. Como en la gran mayoría de las ocasiones (en nuestro afortunado primer mundo) la madre y la criatura salieron bien parados del quirófano.
En poco minutos (interminables para mi) la madre disfrutaba del bebé y el bebé disfrutaba del calor de la madre. En menos de una hora desde su venida al mundo, Martín ya reclamaba su primera ración.
Luego vino el merecido descanso para madre e hijo. Ahora cobra sentido para mi la designación de trabajo de parto a las distintas fases que deben pasar para que el inicio de las contracciones acabe trayendo al mundo a una personita.
Tras el alta hospitalaria, tu vuelta a casa es un cúmulo de novedades a la que nadie te prepara suficientemente. Vas aprendiendo sobre la marcha. Todo es nuevo para los tres. El baño que tan poco le gustaba a Martín, es hora casi un juego. El miedo que teníamos al coger al niño por si le hacíamos daño o se nos caía, ahora se ha convertido en una habilidad casi del cirque du soleil.
Pasados los primeros días de desbordamiento de emociones, la situación parece que se va normalizando. Beneficiados con la ampliación del permiso de paternidad, puedo asumir más tareas en casa para que mi mujer se centre en amamantar y descansar, sus prioridades durante estos primeros meses. No me quiero imaginar las dificultades que habría en los hogares cuando los padres tenían sólo tres días de permiso. Hasta tengo tiempo de hacerle fotos al pequeño!!!