Bienvenidos sean cuantos objetivos de calidad lleguen al sistema. Y la ventaja del tamaño se tendrá siempre, para diseños similares y para similar ángulo de visión e igual luminosidad, en mayor o menor medida: el Sigma Art 24mm f/1.4 tiene un filtro de 77mm y pesa 665 gramos; el Nikon 24mm f/1.4 lleva filtro de 77mm y pesa 615g; el Canon 24mm f/1.4 lleva filtro de 77mm y pesa 680g.
Pero yo no comparto la creencia de que el sistema micro 4/3 tiene su única ventaja en el tamaño, ni siquiera pienso ahora que es su principal ventaja (los hay más compactos). Lo que a mí me atrae del sistema es la versatibilidad: puedo poner un objetivo pankake en mi E-Pl5 y tener una bolsillera, o poner en la E-M5 II el grip completo y el 400mm f/4.5 para fotografiar pájaros a pulso teniendo el ángulo de visión de un 800mm en FF.
Yo me sentí atraído en principio por el micro 4/3 por el tamaño, no lo niego, pero cuando decidí apostar por micro 4/3 fue cuando comprobé que además de tamaño comenzaba a tener objetivos con una muy buena calidad de imagen para el tipo de fotografía que yo practico.
No creo que haya que renunciar a disfrutar de tantos objetivos como los que hay para los sistemas más populares tan sólo porque en algunos casos, como pueden ser objetivos muy luminosos o focales muy largas (y aún más si es una combinación de ambas cosas) el tamaño no va ser diminuto. Mi próximo objetivo seguramente será el 300mm f/4 (si no tardan mucho en tenerlo disponible en España), y si Olympus saca algún día un 500mm f/4.5 por 6000 euros (que lo dudo, lo del precio) tendrá en mí un comprador seguro. Y no me interesa ni que el 300mm ni el 500mm sean más pequeños y ligeros que objetivos de igual focal y luminosidad de cualquier otro sistema, lo único que me interesa en estos casos es que me den la máxima calidad posible.
En mi opinión ya hay una buena cantidad de objetivos de focales "normales" y pequeño tamaño, de pankakes y zooms de buena calidad y casi bolsilleros de luminosidad alta pero no excepcional. Yo quiero objetivos superluminosos, superteles de alta calidad (el Panaleica 100-400 es muy compacto, pero no me interesa), angulares extremos para nocturnas que complementen el excepcional Zuiko 8mm f/1.8, algún T&S... Vamos, que de potaje ya estoy servido y ahora quiero caviar y champán hasta donde pueda pagarlo