Estos días he estado practicando con aves en vuelo sin autofoco (vaya moral). Mi OMD E-M 10 lo pierde al acoplarle el 400L de canon, al que sumo un teleconvertidor 1,5X, con lo que la focal resultante es 1200 mm.
Como el peaking me resulta confuso y poco certero en ese tipo de fotos, enfoco a ojo, teniendo la pantalla libre de cualquier icono que me distraiga. También uso un monopié metido en un bolso que queda centrado en el pecho gracias a dos correas a modo de arnés. Si no lo usara como estabilizador, mi ojo no sería capaz de ver la imagen nítida a pulso y con esa focal.
Pues bien, resulta que tengo activado el aviso de brillos y sombras, que pinta de rojo y azul respectivamente las zonas demasiado iluminadas u oscuras. Pues me he dado cuenta de que esto se convierte en una especie de peaking más fino y fiable. Las manchas rojas o azules adquieren su mayor tamaño y su contorno más definido cuando el sujeto está a foco, y no hablo de imágenes en riesgo de quedar quemadas o subexpuestas. Ciertas lineas o franjas oscuras del ave en vuelo, o rebordes del ala algo más iluminados, se tiñen de color en el momento en que se enfocan, y es el momento de usar la ráfaga.
Así he conseguido bastantes vuelos a foco estos días, y aunque el % de éxito no se acerca al de mi 7D con Af, la que sale bien, se beneficia del recorte 2X y la nitidez de mi querida E-M 10.
Aquí os dejo un ejemplo. Un cormorán algo recortado, que en Flickr se verá a más tamaño y sin problemas de redimensionado.
Un saludo.
Cormorán sin AF. by Miguel Ángel Rojas, on Flickr
