Arenaza escribió:JotaEseGé escribió:
(....) Las pataletas de malperdedor, las caceroladas, en mi modesta opinión, mejor dejarlas para las urnas, que es donde se premia y se castiga en una democracia. (...)
Apreciado compañero.
Quizás estoy equivocado, pero la única cacerolada que he oído en estos días pasados iba dirigida a un señor que no se presenta a las elecciones...
Gracias por el aprecio.
Efectivamente, estás equivocado.
De entre las mil basuras que se reenvían estos días -ojalá hubiera que pagar y caro por darle al botón de reenviar, y destinar el dinero recaudado a causas sociales-, han circulado varias convocatorias a caceroladas. La que dices es sólo una de ellas. Tal vez donde vivas no hayan tenido respuesta otras, tal vez no te hayan llegado, pero haberlas, haylas.
Y si uno fuera sólo interesado en lo que cree, esa precisamente, sería mi cacerolada. Y sin embargo no participé en ella porque uno es muchas cosas, pero no incoherente. Cuando digo -y me ratifico- que en una democracia, las caceroladas mejor en las urnas es porque lo creo de verdad. No como esos bocachanclas que se pasan el día pidiendo que se aplique el 155 a Cataluña, pero luego apoyan las mismas peticiones si las hace el cantamañanas de su partido, por ejemplo, en la Región de Murcia. O todos indios o todos vaqueros. 155 para todos o para nadie. Y punto pelota. Esa es mi opinión. No hay rebeldes de primera y de segunda.
Hace unos días hubo convocatorias -y ejecuciones de- caceroladas por varias causas, que si contra el vicepresidente (otro cantamañanas) por romper la cuarentena, que si contra el gobierno (aquí los cantamañanas, en mi opinión, son los rencorosos ciegos de envidia y odio, que no aceptan las reglas del juego y lo quieren reventar a base de ruido, pues ajo y agua para ellos durante 4 añitos y si no les gusta...a jugar a otra parte. Aquí la cosa funciona así, les guste o no. Y otras veces son/somos otros los que aguantamos y callamos. Se llama democracia).
Y que no parezca que uno niega a nadie la posibilidad de la pataleta, cacerolada o lo que sea. Faltaría más, yo me quejo como el que más de lo que me da la gana. No es eso.
Uno prefiere concentrar la energía para dar golpes a una cacerola en acercarse a votar (y luego acatar el resultado). Y contra ese señor que nos robó tanto durante tanto tiempo, nunca se votó. Ni se vota contra (o a favor, oye) del otro señor que está ahora (iba a decir "que nos roba ahora" pero como no tengo pruebas, no puedo decirlo, aunque puedo pensar que si lo hace, ahora o luego, también nos va a dar igual, porque son intocables, así de gilipollas somos).
Uno es partidario de los referéndums. Pero sin trampas.
Y le moleste a quien le moleste, más nos hubiera valido a todos aceptar/hacer algún referéndum a tiempo, pensemos lo que pensemos y en el sentido que lo pensemos. Personalmente -y sé bien que no soy el único- no me valen referéndums ganados antes de ser convocados, por nadie, como no me valdría ahora mismo un referéndum sobre la monarquía, después de 42 largos años de campaña promonarquía, pagada por todos sin preguntarnos y servida en pequeñas dosis en los telediarios, las revistas del corazón y hasta en las sopas, estilo "¡qué buenos son, qué buenos son,...que nos llevan de excursión. No. Eso sería trampa.
Pero todos sabemos que nadie nos ha preguntado si queremos el regalito que nos dejó el dictador.
Así que...aunque la legítima pataleta/cacerolada para pedir que ese "buen señor" devuelva lo robado y lo done a la Sanidad, me parezca igual de estéril (¿ o acaso algún inocente de verdad cree que aunque 47 millones de personas saliéramos a romper cacerolas, iba a devolver la pasta?...porque ya es inocencia), al menos en ese caso no hay alternativa más eficaz. No nos han dejado elegir. Hay que admirar, elogiar, respetar y no tocar -sobre todo la pasta que les damos- a estos "buenos señores".
Las otras caceroladas no es que sean inútiles, que también (aunque insisto: no niego el efecto balsámico, que puede tenerlo como la fraudulenta homeopatía sobre quien se la cree). Es que pataleta o no, denotan rencor, revancha, mal perder, falta de aceptación del juego democrático. Revelan un ansia de "vale todo", incluso lo más miserable: utilizar el dolor de miles de familias, la pérdida de sus enfermos, el miedo, para intentar derribar a los malvados otros, que osaron superarles legítimamente en las urnas.
No quiero terminar sin recordar, -para los desmemoriados interesados- a ese otro "buen señor" que ante la mayor catástrofe ecológica y medioambiental que ha sufrido este país en su historia reciente, dijo sin ninguna vergüenza que "no es más que un hilito.
No quiero ni imaginar lo que podría haber sido, lo que estaría siendo esta calamidad sanitaria, de haber estado el país en sus impresentables -aunque al menos legítimas- manos. Los dioses del Olimpo no han sido todo lo malos que podrían haberlo sido, ya es algo.