En la biserica Curtea Veche de Bucarest eran muy estrictos en que las mujeres entrasen con la cabeza cubierta por un pañuelo y al monje ortodoxo no le hizo mucha gracia que la señora de la izquierda no cumpliese la norma religiosa
Por lo visto todo proviene de una carta de San Pablo a los Corintios notificándoles que las mujeres deben de entrar en la casa del Señor con el cabello cubierto en sumisión a sus maridos y éstos desprovistos de sus gorras como sumisión al Señor.