Quieres que te justifiquemos un capricho, ¿eh?
Echa un ojo a las E-M5 y E-M1 (en esta última podrías usar tus ópticas 4/3), con el grip el tamaño es apto para las manos más grandes, y sin grips son muy portables. El peso no es sólo mientras haces las fotos, supongo que tendrás que cargar el equipo hasta donde vas a hacer las dos o tres fotos de cada toma... ¿no es mejor cargar con 1Kg que con 3Kg?
Y de todas formas, si el 99% de fotos son en trípode, ¿qué importa el tamaño en la mano?
Por otro lado, el tema de los avances tecnológicos que "yo no necesito porque no los usaría" se puede mirar desde el otro punto de vista: tal vez ahora la mayoría de fotos son con trípode porque no has probado un sensor y un estabilizador actuales. Y tal vez si tienes un equipo con la misma o superior calidad que el actual, pero que te permite llevarlo en el bolso, tu porcentaje de fotos con trípode se reduzca mucho. ¿Hasta qué punto eres de la vieja escuela analógica por convencimiento/estilo y no por limitaciones tecnológicas? A veces nos aferramos a lo que creemos nuestro estilo simplemente porque no hemos probado un estilo diferente que ahora la tecnología ya permite y antes no.
Hace tiempo, leyendo sobre un fotógrafo callejero (Garry Winogrand) leí que solía disparar con Tri-X400 forzada a 1200 para poder usar velocidades de 1/1000. Seguramente este fotógrafo te diría que así era feliz, pero, ¿te lo imaginas hoy en día con una cámara con ISO automático entre 200 y 1600? ¿crees que él renunciaría a poder hacer cada foto del día a un ISO diferente sin cambiar la película?
Hay mil y un avances tecnológicos que seguramente no llegues a usar, pero, ¿y el ISO3200 usable? ¿y el tener un histograma en vivo en el visor? ¿y el poder disparar a 1/4 o 1/2 o incluso 1" a pulso?
Para mi el m4/3 es simplemente una evolución. El espejo tiene cada vez menos sentido, y el visor óptico ya está casi superado por los EVF. Yo tengo claro que no vuelvo a réflex ni loco. Ahora, el que a ti te merezca la pena cambiar... eso ya es algo que debes meditar.
Pero piensa que muchas veces el simple hecho de cambiar de equipo nos da un empujón a salir más a hacer fotos, a probar cosas nuevas y a volver a ilusionarnos.
Vamos, que no me leas o acabarás rascando la tarjeta de crédito