
Como cualquier visita a Córdoba, todo empieza y acaba en el puente romano y la mezquita; es inevitable acabar en ellos, y aun más inevitable fotografiarlos:

Los paseos en coche de caballos están a la orden del día,

Abundan las tabernas de todos los "pelajes",

Toda visita a la ciudad está incompleta sin pasar por la calleja de las flores...

...para acabar la visita de nuevo en el puente romano (con la torre de la calahorra al fondo)...

...no sin antes haber visto bellas mujeres

Espero que os hayan gustado. Se aceptan críticas y comentarios de todo tipo
