Al principio estuvimos pensando en cómo hacer la tapa para que se pudieran cerrar sin complicar mucho el diseño, pero decidimos no ponerla porque en la práctica una tapa no sirve de mucho ya que el objetivo ya va protegido por ese lado con su tapa, además de que si los apilas tapa da contra tejido, con lo que no se pueden golpear. Como se ve en la foto, además no tener tapa permite ponerle la caperuza al objetivo aunque esté colocado en la cámara.
Cerca de la boca cambia el punto para que sea un poco elástico y envuelva la parte final del objetivo. Se puede usar el hilo que se quiera en grosor y color, y sin casi esfuerzo personalizarlos (p.ej. una línea roja para distinguirlos desde fuera). La verdad que funciona de maravilla.
Estamos pensando en cómo quedarían en otros materiales más rígidos, tipo piel, yute o similares.
Salu2!