Conversio escribió:Retomando un poco el planteamiento original del hilo, creo que a las grandes marcas de electrónica, como Sony o Panasonic, hay que agradecerles el esfuerzo por innovar. Varios de los avances que fueron introduciendo a lo largo de estos años terminaron siendo adoptados por otras marcas y los beneficiados finales somos todos los aficionados.
Sin embargo, por hacer un poco de abogado del diablo, pienso que desde hace ya varios años cualquier cámara de objetivos intercambiables tiene una calidad de imagen que satisface a la inmensa mayoría de los usuarios. Y, sinceramente, creo que desde esa perspectiva Canon o Nikon sí tienen cosas que ofrecer por encima de, pongamos, Sony, que es de la que se habla en el hilo. Van por detrás en tecnología pero eso es solamente una parte de la película.
A muchos usarios el que una cámara no tenga más que 3 fps o 12 megapíxeles no les quita el sueño ni la convierte en un "dinosaurio". 24 fps a 24 mpx hasta llegar al tope de 200 del buffer puede satisfacer nuestro lado más geek pero supongo que a la mayoría no nos aporta nada como fotógrafos. En cambio, cosas como que Nikon en 60 años no haya cambiado su montura principal, el que tenga un catálogo de objetivos y de compatibilidad de accesorios mucho más amplio y el que su precio de reventa baje menos y más lento son cosas que valorar. Son ventajas intangibles que no salen en la hoja de especificaciones, pero imagino que coincidiréis en que son indudablemente positivas.
Sony en menos de diez ha hecho cámaras con montura A (con varios planteamientos -DSLR y SLT- y formatos -APS-C y FF-), E y FE, abandonando casi por completo en cada salto de montura la producción de objetivos nativos de la anterior. Precisamente el hecho de que Canon se tome varios años en actualizar su serie 5D hasta lo encuentro positivo. El planteamiento es que es una cámara madura tras varias iteraciones y que se refina con un montón de pequeñas mejoras de usabilidad aquí y allá y no un gadget que renovar cada ocho meses con el último grito del marketing, sabiendo como sabemos que cuando ya no pueda ordeñarse más esa vaca la compañía se pondrá con algo nuevo desde cero.
El paradigma de todo esto es el ejemplo de Samsung. Hizo sus cuentas, vio que había pastel en el mercado fotográfico, y se metió con fuerza. Pero las ventas no fueron las esperadas y abandonó el barco miserablemente, justo cuando acababa de sacar su mejor modelo, que estaba casi dos años por delante de la competencia, y había desarrollado, a mi parecer, el sistema de objetivos más coherente de todas las sin espejo. No esperaron o refrescaron en planteamiento, no, se cruzaron dos gráficas y para el directivo de turno fue un "no-go". Ahí se trasluce que no veían la fotografía desde el punto de vista del fotógrafo sino desde el del consumidor de gadgets. Y yo veo a Sony en ese barco.
Un buen y novedoso enfoque, el tuyo. Se podrá estar más o menos de acuerdo con él, pero no cabe duda de que es un punto de vista poco habitual y con bastante fundamento. El problema es que tanto Nikon como Canon no han querido o no han sabido incorporarse con autoridad, aún respetando esa política que comentas, al carro de las nuevas tendencias. Sus modelos mirrorless están, claramente, a la cola del mercado y su política sigue siendo la de vivir de rentas.
En cuanto a Sony, muy bien traída a colación esa poca consideración para con los usuarios (muy habitual, por cierto, en el historial de la marca respecto de otros productos electrónicos) del estúpido cambio de monturas. Desde luego la normalización no es lo suyo. Un tremendo contraste respecto de las políticas de Panasonic y Olympus, compartiendo monturas y ópticas. Ya veríamos qué ocurriría si a estas dos marcas se les ocurriera entrar en el mercado de las APS-C o FF.