Cipayo escribió:kobalto escribió:el problema,no es que haya hartazgo de modas. el asunto es que hay empacho de fotografia en si. la foto ya no sabe a donde ir porque ya no hay nada que no esté machacado desde todos los puntos de vista.
en el fondo cuando se trata de uno, pensamos que con volver a los origenes aún podemos arañar un estilo o camino diferenciador y esto no solo no es asi, si no que cada generación ya volvió al origen y ya se volvió muchas veces. al igual que con la musica, ya los acordes suenan a algo conocido cuando los unimos aleatoriamente.
lo que cambió radicalmente es el receptor, el publico, que sobreestimulado ya no se conmueve con nada...que no sea su propia obra y su satisfación de ego. la foto hoy tiene el mismo valor que estemos dispuestos a pagar por una obra. ahi descubrimos que no gastamos un duro, lo que realmente nos mola es jugar y cacharrear y hacerlo nosotros creyendo ingenuamente que aún podremos conseguir una imagen que nos de ese minuto de gloria .de likes, aplausos y demas elogios, cuando en realidad la red está aburrida de ver como ya los videos con sonido corren por los moviles gratuitamente y sobreexcitando aún mas los sentidos haciendo que la foto sea mera moneda de cambio y mas un documento que sustituye a la escritura en nuestros telefonos.
la famosa democratización... es eso que convierte algo minoritario y de mensaje aún no descubieto, en algo vulgar, mayoritario y que acaba con todos los caminos posibles.
es fiel reflejo de la realidad y velocidad a la que se llegó a apurarlo todo y por todos, y lo peor es que afecta a la mayoria de variantes sociales.
la caza del y yo mas, del video a youtube...mirad lo que hago. revelamos los trucos de los magos aunque sea con tal del segundo de atencion.
queda fotografiar pokemons.....
Demasiado negativo...
No es mi caso, que hago fotos, cada vez menos, por el mero placer de hacerlas, de disfrutar de ese momento en el que el tiempo parece no existir. No busco nada, de hecho apenas cuelgo nada en las redes, no merece la pena. Y no, no es verdad que la fotografía no emocione. Hay mucha repetición, mucho volver a pasar por caminos trillados pero, una buena imagen... es como una buena canción, no te cansas de escucharla. Yo todavía disfruto viendo fotos de otros, mas que viendo las mías que suelen ser mediocres. Y admiro en ellas un "algo" que sé que a mi me falta y no voy a alcanzar nunca. No importa, lo importante es eso, salir con la cámara al hombro y hacer las fotos que te pide el cuerpo, el alma o las que puedas con tus artes y méritos, y disfrutar con eso.
Hay muchas cosas en el terreno del arte y la cultura que parecen muy trilladas. Somos muchas personas, muchas de ellas con aficiones artísticas, culturales, o lo que sea y la tecnología actual nos pone en bandeja hacer y mostrar nuestros trabajos, es lógico que no todo el mundo alcance la excelencia, pero la hay. Yo la veo y disfruto con ello.
Un saludo.
Estoy bastante de cuerdo con los dos. En casi todo. Aunque, como soy lector atento de Walter Benjamin me ciño a permanecer fiel a La obra de arte en la época de la reproducibilidad técnica.
Veo la fotografía como ese conjunto tecnológico que produce muchos objetos de diversos tipos, todos materiales. Pero algunos con consecuencias espirituales. Entre tantos objetos materiales que produce el conjunto fotográfico a mi me interesa la foto. Es lo que produzco yo. Pero debe estar claro que la foto implica a todos los demás productos materiales del complejo fotográfico. Una foto es una cosa material. Pero cuando la produzco yo, tiene mi carga emocional, cultural, teórica, es decir, conlleva mi subjetividad. Y como yo, cientos de millones de otras personas hacen otras fotos cada uno. Cada uno a su manera producen esas cosas materiales, subjetivas. Reproducibles. innumerablemente reproducibles. Intercambiables por lo que sea.
En estos tiempos de proliferación imaginaria y explosión fotográfica que alguien se interese por las fotos de otro a mi me parece algo casi sorprendente. Es que la magnificación imaginaria implica ante todo la ampliación de la imagen propia, que abarca la casi totalidad del deseo del consumidor/productor.
Viví tiempos en que alguien con una cámara fotográfica llamaba la atención, casi siempre en un sentido favorable a la búsqueda de la foto. Desde luego que mi experiencia fotográfica en aquellos tiempos se limitaba a Latinoamérica. Es decir, la gente esperaba que uno lo fotografiara. Es claro que el mundo era mucho menos paranoico que hoy. Además hacer fotos con una Exacta o una Contarex o una Nikormat era un acto bastante más exigente que hacerlo ahora con una digital. Al menos a mi me lo parece.
Quiero decir, en suma, que creo que todo es muy complejo y que a mí me gustaría que todo el mundo hiciera fotos raras, arriesgadas, curiosas. Pero eso es absurdo. Cada quien hace las fotos que ve, que aprendió a hacer por la razón que fuere. Y si alguien hace fotos a la maniera de, lo que me corresponde es ver si me interesa. Y si no me interesa callarme. Antes me callaba más, sólo comentaba lo que me gustaba o interesaba. Estará bien que intervenga menos porque al fin y al cabo nadie me nombró árbitro de nada.
Aunque con el agua, debo decirlo, creo que se banaliza un tema que es de los más graves y urgentes para la humanidad toda. Los bosques son un gran tema. Y el agua es el otro...