Por estas fechas se cumplen ya cuatro años desde que comenzó la movida de pruebas con las cámaras, una vez abandonadas mis queridísimas compactas de lujo: la Lumix FX150 y Samsung WB2000 y, por supuesto, la inigualable Ricoh GX200 (que conservo, aunque no uso) que se partieron la cara, en su día, con las compactas de gama alta, entonces: las LX de Lumix, por ejemplo.
A lo largo de estos años han pasado por mis manos un total de 26 cámaras. La cosa empezó con aquella famosa oferta, tan efímera como productiva, del kit de la Nikon V1, con el 10-30 y el 30-100. Ahí empezó mi calvario y mi obsesión por el cacharrerío hasta casi olvidar para qué sirve. A la V1 le sucedieron (aunque no necesariamente por ese orden) la Olympus E-620, E-PL2, E-PL3, XZ2, EP5, EM5, EM10 y Stylus 1, las Samsung NX10, NX20, NX300M, NX1100, NX3000, NX mini (que conservo), la Ricoh GXR, la Fuji X30, XE1, XF1 y XQ1, la reciente X100, las Lumix G3, GX1, GX7, GM5 y GX80. En total: 26 cámaras en el corto período de 4 años. Son muchos los compañeros de este foro que han disfrutado, a plena satisfacción creo, buena parte de estas cámaras, al igual que yo he conseguido también buena parte de ellas a precios muy ventajosos, cosa en la que el foro es imbatible como mercado de ocasión y garantía.
Este comentario viene a cuento de las sensaciones y recuerdos que me han transmitido y dejado todas y cada una de esas cámaras, de esa huella que, en su día, me dejaron también unas pocas analógicas: Asahi Pentax SP y Sportmatic F, Pentax MX y ME Super, Rollei 35 T y Olympus OM1, sobre todo, muy por encima, en su grado de "complicidad", de otros "monstruos" como la Leica R4, Nikkormat, Minolta SRT101 y 303, Konica T3.
Y aunque la tecnología digital implica una vida efímera, sobre todo por mera obsolescencia tecnológica, sí he de reconocer que ha habido unas pocas cámaras digitales que me han dejado huella y me han dado un especial placer en la afición y con las que he conseguido las fotos de las que más satisfecho me siento. Por ejemplo, cualquiera de mis tres compactas iniciales, a las que añadiré, sin duda, la Samsung NX300M, la Fuji X30 y las Lumix GX1 y GX7, muy por encima de todas las demas. En particular guardo un grandísimo recuerdo de esa modestísima Lumix GX1 que, provista de un visor externo, me ha hecho sentir esa especial complicidad "en la mano", por su extraordinaria comodidad, aunque sus prestaciones no sean tan avanzadas como las de modelos más recientes. Tan es así que hoy mismo, hace un momento, acabo de adquirir una de segunda mano en eBay a un buen precio. Pienso darle el uso que pensaba para la Fuji X100, es decir: el de compacta con óptica fija. Creo que ha sido, probablemente, la cámara de Lumix con mejor ergonomía y tamaño y peso comedidos para ese uso porque, por ejemplo, la Lumix GM5 queda demasiado pequeña y es una cámara mucho más apropiada para manos femeninas.
Espero que este comentario pueda servir, al menos, como experiencia personal de uso.