Bueno, chicos, éste es el final. Tras un tiempo con cámaras sin espejo, he decidido volver a las reflex de la mano de Nikon. Mi espalda echaba de menos el peso de una cámara gigante al cuello y mis ojos se habían malacostumbrado a la fidelidad en la exposición de los visores electrónicos. Podéis ver más abajo cuál va a ser mi nuevo equipo. En cuanto a la X100T y a la DP2 Merrill, las he depositado en un punto verde porque no creo que valiese la pena ponerlas a la venta.
Como podeis imaginar, esto es una broma y no dejo las cámaras sin espejo. Esto es simplemente mi regalo de cumpleaños, una Nikon F100 con un 35mm f/2 con la que seguir malgastando dinero en carretes; cada cual tiene sus vicios. Por cierto, nunca había tenido una cámara de película profesional y es alucinante el nivel de personalización y de botones directos que tiene. A veces nos creemos que todo esto ha llegado de la mano de la fotografía digital y nada más lejos de la realidad, a finales de los noventa se estaban haciendo verdaderas virguerías en este terreno.
Tan sólo quería compartir esta foto con vosotros que para eso sois mi familia fotográfica. Un abrazo a todos.