Llevaba días sin entrar en el foro y me encuentro con esto....
Me ha sorprendido el valor de Guillermo al introducir un tema tan polémico y expresar públicamente y sin ambajes su postura aun a riesgo de molestar a algunos, así como el hecho de encontrar tanta diversidad de opiniones. Aún no he leído integras todas las páginas del hilo, pero me da la impresión de que el tono general es correcto y respetuoso pese a lo espinoso del asunto.
Para que podáis valorar mi opinión, si es que os interesa, os informo que tengo 74 años, que no soy catalán y que vivo en Cataluña desde hace 50 años, observando lo que sucede desde primera fila del patio de butacas.
Mis vivencias/opiniones relacionadas son las siguientes:
- Ningún problema con mi integración en el país ni con la lengua.
- Voté que sí a la Constitución a sabiendas de que me ponía la soga al cuello, porque si hubiese votado "no", hubiese firmado mi pena de muerte (léase otra dictadura militar). Por tanto, no me siento en absoluto obligado a acatar o dar apoyo incondicional a la constitución porque hay preceptos que no puedo compartir en absoluto, y si no hubiese sido por el peligro de sufrir males mayores nunca la habría aprobado libremente.
A pesar de ello, creo que la Constitución fue un avance enorme en la normalización política de España. Sin embargo, nació con unas importantes carencias y con un enorme lastre. Las carencias fueron sobre todo la insuficiente protección de la división de poderes y la escasísima regulación de la organización territorial del Estado. El lastre es que se trató de dejar todo "atado y bien atado" de forma que fuese muy difícil reformarla. Esto se plasma en que para modificar la constitución se necesita una amplia mayoría en el senado, y los escaños en el senado se asignan de forma no-proporcional de forma que las provincias menos pobladas y más conservadoras tienen una sobre-representación. Esto explica que el PP esté en minoría en el Parlamento y tenga mayoría absoluta en el Senado, con lo cual tiene la llave para impedir cualquier modificación. El resultado es que después de 40 años la sociedad española ha dado un vuelco impresionante y la Constitución sigue petrificada y llena de grietas por todos lados, sin ninguna adaptación a las nuevas necesidades, especialmente en el ámbito territorial, lo que posiblemente acabe causando su implosión.
- Voté que sí en el referéndum del Estatut de Autonomía de 2006, a pesar de haber sido "cepillado" a conciencia por el señor Alfonso Guerra y sus colegas, porque me pareció un progreso en la organización territorial del Estado y sigo creyendo que, objetivamente, lo era.
- Entre 2006 y 2010 hubo un período de placidez estatutaria en el que no se presentaron grandes problemas y la vida autonómica se desenvolvió con total normalidad. A notar que hasta 2010 el 80% de los catalanes aceptaban el Estatut y la Constitución, dato sumamente importante. El independentismo existía de forma muy minoritaria, alrededor de un 15%.
- Viví en directo y presencialmente la reacción de indignación y sentimiento de humillación que se produjo en Cataluña ante aquel enorme disparate que fue la decapitación del Estatatut en 2010 por parte de un TC que, además de estar formado por personas elegidas por los partidos políticos (es decir totalmente politizado), fue objeto de toda clase de presiones y manipulaciones. El resultado fue que se eliminaron del estatuto todos los blindajes de competencias, convirtiendo a éstas en meras concesiones graciables del estado, amén de otras "menudencias". Por tanto, el Estatut resultante era sustancialmente diferente del original, pero no se sometió a nuevo referéndum. La consecuencia de ello es que
desde 2010 Catalunya tiene legalmente un estatuto que no ha sido aprobado ni por los parlamentos ni por el pueblo, lo cual es una quiebra de los propios principios constitucionales que exigen ambas cosas.
El impacto de aquella sentencia en la sociedad catalana fue demoledor y, en gran parte, fue lo que provocó todo lo que vino después. Esto se ha olvidado deliberadamente, pero conviene hacer memoria. Un diputado tan poco sospechoso de separatismo como Durán LLeida dijo en el Debate de Política General que la sentencia "ha sido el acto más separador de estos 35 años", "el pacto constitucional ha sido finiquitado", "quizás algunos puedan pensar que esto es irrelevante para España. No me cuenten entre ellos", etc. etc. Merece la pena escuchar el vídeo del enlace porque es profético de lo que ha venido después:
http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/progra ... o/3017730/Por su parte, el catedrático de Derecho Constitucional de la U. de Sevilla, Javier Pérez Royo, nada sospechoso de catalanismo, en su día calificó la sentencia "golpe de estado" y explica que lo que hace es " desautorizar el pacto entre el Parlament y las Cortes Generales y desconocer el resultado del referéndum. A partir de ese momento el referéndum que estaba en el punto de llegada, se ha convertido en el punto de partida".
Pueden leerse sus reflexiones al respecto en la interesantísima entrevista que publicó hace apenas 10 días eldiario.es.
http://www.eldiario.es/politica/Rajoy-o ... 31912.html- Desde 2010 hasta hoy el independentismo no ha dejado de crecer y se ha producido un vivísimo debate en la sociedad catalana sobre las razones que pueden justificar la independencia. Se han publicado docenas de libros sobre todos los aspectos de la cuestión: jurídicos, económicos, sociales, etc. Se han celebrado centenares de debates. Se han publicado miles de artículos periodísticos, etc. Entretanto en los medios de comunicación no-catalanes el debate ha estado prácticamente ausente y solamente se han publicado opiniones unidireccionales, con lo cual en el resto de España no ha existido conciencia de la auténtica dimensión del problema y de sus causas reales.
- Dicen las encuestas que en 2017 los catalanes que acatan como propios el Estatut y la Constitución solamente llegan al 25% (frente al 80% en 2010) y que el 80% consideran que hay que celebrar un referéndum pactado con el estado para dilucidad la cuestión.
- Sabemos a ciencia cierta que en las últimas elecciones autonómicas el 47,8 % votó a favor de la independencia, cifra que no incluye los posibles votos de independentistas que se fueron a los comunes de izquierdas. Pero es muy probable que esa cifra haya crecido significativamente con los tristes acontecimientos del día 1.
- La intervención de las fuerzas antidisturbios del día 1 de octubre en Barcelona y distintas poblaciones de toda Cataluña ha levantado una ola de indignación mayor sin duda que la famosa sentencia del Estatut. Los medios de comunicación oficiales y conservadores han tratado de justificar la actuación alegando que el referéndum era "ilegal" y "prohibido" cosa que en todo el estado se ha dado por sentada. Sin embargo, los catalanes tenían muy claro que tenían derecho a ir a los colegios y votar, sin cometer ningún delito ni quebrantar ningún mandato legal, porque la prohibición iba dirigida únicamente a los responsables políticos. El Juez instructor del juzgado nº 7 de Barcelona lo deja muy claro en la interlocutoria por la que admite a trámite una denuncia por las agresiones policiales a 130 personas, rechazando de plano los argumentos de la fiscalía que pretendía la no admisión de la causa, cuando dice que "No es ilegal ni ilícito que los ciudadanos, convocados por una administración autonómica, se dirigiesen a los puntos de votación que se les indicaron (...) a realizar cualquier actividad que se hubiese programado, incluido el hecho de depositar un papel sin valor legal en una urna".
- Esta conciencia de derechos fundamentales pisoteados ha sido otro golpe brutal a la posible "reconciliación" de muchos catalanes con el "estado de derecho" español y su Constitución.
- Acabo y resumo mi opinión: Pase lo que pase en los próximos días, y sea cual sea la situación resultante, un importantísimo contingente de catalanes (¿50%?) se habrá distanciado total y definitivamente del "estado de derecho" español, su Estatuto de Autonomía y todo lo demás. Son totalmente irrecuperables para cualquier pacto político duradero en el marco de la actual Constitución, y la reivindicación de independencia surgirá una y otra vez.
Quiero aclarar que estoy hablando de "los ciudadanos", no de los partidos políticos y sus representantes que es posible que acaben pactando alguna salida a la situación. Esto hará que cualquier solución será insostenible a medio/largo plazo, con lo que al final no habrá más remedio que recurrir a un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado en alguna forma.
Ya sé que no soy optimista y que lo que he dicho no gustará a muchos, pero es mi opinión honesta y sincera. Lo que veo en la gente no da para más. Lástima.
Saludos
Olympus OM-D M-5 y algunos objetivos Zuiko y Pana.