Al llegar ... la niebla

Va a entrar ... sigilosa, como siempre.

Y la niebla le daba un inusual toque blanquecino de fondo que se tenía que aprovechar.

Y las miradas, tan espectaculares de esta rapaz...

El viento y las formas.

Y comenzaron los juegos de luces tan esperados, a cada toque de sol contra la niebla, un nuevo fondo.

Fijáos cómo cambia en pocos segundos el fondo del ratonero.


Todo un placer componer para el azor.




Enfín, una sesión inolvidable!
