En mi caso, cuando me compre la E-510 usada por 275€(en ese momento pensaba que eso era todo lo que me iba a gastar...
), empezo mi vena del cachareo, primero de objetivos, ese 14-42mm había que complementarlo con un 70-300mm, luego necesitaba luminosidad y cayo un sigma 30f1.4 y cuando descubrí los adaptadores y monte el OM 50f1.8 ya fue orgásmico... mas tarde fueron accesorios, mi 510 tenia limitaciones pero era "mi cámara", ni se me pasaba por la cabeza cambiarla... hasta que sufrió un accidente... Y claro, podría comprarme la misma, o una E-520 que tenia AF en Lv!! pero ya que estoy me apetece una mas moderna... y asi me hice con una E-620(como añoro sus botones retroiluminados), una cámara con la que hice muchisimas fotos, quizas las mejores, la usaba muchísimo, pero aprendí una cosa con ella, en el tema de las empuñaduras, no me van las medias tintas, empuñadura gorda si o si, y así fue como termine cambiándola por una E-3, con la que aprendí otra cosa... un buen visor, te hace disfrutar el doble, con esta cámara no me pude resistir y me pille un 50-200mm f2.8-3.5, con una calidad soberbia, pero lamentablemente aprendí otra lección... El peso de equipo es inversamente proporcional al uso que le das, tenia un gran teleobjetivo, pero casi siempre estaba en casa, solo si tenia muy claro que lo iba a usar lo cogía, sino se quedaba cogiendo polvo.
Luego por probar que era eso del Mirrorless pille una E-P1(cuando bajaron de precio), preciosa, con limitaciones importantes, pero con un tamaño muy interesante, era una buena "segunda cámara". Pero para entonces me sentía algo frustrado, la E-3 tenia un manejo muy raro pero cuando te lo aprendías su manejo era muy rápido, los objetivos tenían una calidad excelente pero el enfoque no era para tirar cohetes, ninguno era SWD, 14-54 II y 50-200 I, no tenia pasta para pillar 12-60SWD ni mucho menos el 50-200 II SWD y sentía que no aprovechaba esa pedazo de camara porque la usaba con objetivos que no estaban a la altura, y ahí aprendí otra lección mas... las cámaras hay que usarlas preferiblemente con el objetivo que fue diseñado para ellas, y en la E-3 era un 12-60SWD y el 50-200mm II SWD sin duda.
Intente combinar lo bueno de las reflex y las micro con una Pana GH2... pero me resulto muy frustrante sus carencias(falta de estabilizador), sus rarezas(colores raros que me costaba revelar para que salgan bien), e insuficientes sus virtudes...(poco ruido, mas RD, vídeo cojonudo) Finalmente harto de no disfrutar del todo me gaste una buena pasta y me pille una E-M5 I casi recién salida al mercado, con grip (había aprendido la lección con la 620) y ademas llevaba visor integrado y era,para la época, buenísimo (lección que aprendí con la E-3), y la pille con el 12-50, que es lo mejorcito que había en esa época, especialmente el enfoque (lección de los no SWD) y todo el conjunto resultaba muy ligero(lección del 50-200), con todos estos aciertos, y con un sensor y estabilizador casi milagrosos, esta volvía a ser "mi cámara".
Y así fue muchos años, hasta que un día dejo de ir... porque si. Entre tanto mi vena de cacharreo se manifestó con segundos cuerpos incluida una E-1 baratisima al que se le termino soldando el 14-54mm II, otras olys y panas micros(E-PM2, GX7, etc) y objetivos que se deben tener, 20f1.7, 45f1.8, ojo de pez... pero cambiar de cámara no, puede que no tuviese wifi, ni peaking, ni livecomposite... pero era "mi cámara", me la conocía como la palma de mi mano y podía sacar buenas fotos....
Cuando no tuve mas remedio que comprarme otra cámara por la desgraciada muerte repentina, me dije, toca actualizarse, las E-M1 ahora están baratas y cumple con las lecciones de grip y visor, pero hay que acompañarla de un 12-40mm, así que vendí objetivos que usaba poco y absolutamente todos los cacharros que tenia, todos esos accesorios que al final no usaba casi nunca, disparadores remotos, flash anular, etc. Me quede solo con lo básico, y así pude hacerme con mi actual equipo M1, 12-40, mis antiguos 45 y ojo de pez y un 40-150 f4-5.6 que por fin me permite llevar siempre un tele en el bolso, aunque sea tan limitado como este.
He contado todo este rollo para por un lado que sepáis que algo se de cacharreo, y por el otro explicar como he llegado a las siguientes conclusiones:
El cacharreo de accesorios es muy divertido, pero no te das cuenta de cuanto has gastado y ocupa mucho sitio, venderlo casi todo fue algo así como una purificación.
El cacharreo de cámaras es muy frustrante, a veces es porque das con la cámara equivocada, como la GH2, un camaraon para algunos, pero no estaba hecha para mi... Otras veces porque no la usas con los objetivos adecuados, como me paso con la E-3, y así muchas veces no se disfruta de la cámara... Y otras, la peor, es porque no paras de pensar en otros modelos superiores, esa quizás no lo he vivido tanto, pero se lo que es, sobretodo con el livecomposite, que envida tenia... y ahora en la M1 solo lo he gastado un par de veces...
El cacharreo entre diferentes sistemas yo no lo he vivido, pero tiene que ser una locura, no poder aprovechar nada, ni los manuales por miedo a comprar un adaptador que al poco tiempo tendrás que malvender o regalar... Yo no seria capaz, bueno... si fuese usuario de Samsung quizás me vería algo forzado... aunque apuraría el mercado de segunda mano a tope...
Lo bueno del cacharreo es que aprendes lecciones importantes, no tanto sobre lo que puede o no puede hacer el equipo, sino sobre lo que tu al final valoras mas, donde están tus limites sobre lo que es aceptable(el mi caso, el peso lo tengo ahora muy claro), que funciones necesitas y cuales te sobran, etc.
En cualquier caso, si hablamos de disfrutar, y en una lado de la balanza ponemos el placer de comprar algo, descubrir sus funciones, etc, y en el otro lado, el placer de conocer al dedillo una cámara, o como rinde mejor un objetivo, y conseguir resultados realmente buenos aunque el equipo tenga sus carencias pero sabemos como compensarlo... gana por goleada esto ultimo.
Por lo tanto el cacharreo es muchas veces inevitable, y como etapa, hasta diria que recomendable, pero quedarse atrapado en el es muy muy malo...
Perdon por el ladrillo.
). En un momento de la película, cuando los amigos logran llegar, maltrechos, a un refugio muy frecuentado en mitad de la nada, al lograr una litera en la que descansar sus huesos se les acerca uno de los "aficionados" senderistas y les pregunta, entusiasmado, por el modelo de mochila que portan, aludiendo a su identificación comercial (pongo por caso una XZ500M o así) y manifestando su admiración por el modelo. El senderista le pregunta a Redford, portador de la "joya" mochilera, la razón para la elección de tal modelo concreto entre los demás del catálogo, a lo que el personaje de Redford le responde, lacónicamente: "Porque siempre es más cómodo que llevar las cosas en bolsas de plástico".
