Buenas tardes compañeros, hace poco más de un año aterricé en este estupendo sistema con dos cambios. Paso a mirrorless, y cambio de sensor a m4/3. Pasé de un completo sistema réflex de Nikon APSC y al que ya he completado de Olympus.
Empecé para probar con la OMD EM5 MII con el 12-40 2.8 PRO, y la experiencia fue muy positiva. Animado, quise probar la auténtica esencia m4/3 y adquirí los fijos: 17 mm 1.8, 45 mm 1.8 y el 60 mm 3.8 macro. Con el 17 y el 45, podía llevar un equipo muy digno a cualquier sitio sin pereza y ocupando un espacio minúsculo.
El caso, es que buscando más calidad y versatilidad … me lancé a la piscina y completé la gama de zooms pro: 7-14 2.8 PRO y 40-150 2.8 PRO con multiplicador …. y en un ataque de pasión … la OMD M1 MII!!!
Con la OM1 he notado mejora en los archivos …pero en ningún caso justifica el gasto … sí hay una mejora apreciable en prestaciones, video y ergonomía. Los zooms una maravilla.
Pero ahora viene la cuestión, … siendo el mismo sistema … me encuentro con:
- Un equipo pura esencia micro 4/3 … EM5 II con los fijos 1.8- (Ligero y con calidad suficiente)
- El otro, es genial, EM1II con los tres zooms PRO … versátil, con calidad, sellado... pero ya no es tan esencia micro … es más “macro4/3”.
Mi duda es la siguiente, puse en venta la EM5 II …con idea de quedarme con el que llamo sistema macro 4/3 (vendiendo los fijos oly). He pensado en un año adquirir una Sony FF con tres fijos de calidad y mantener el “macro 4/3” para viajes. ¿Acabaré echando de menos la em5 MII y sus pequeñines?
Vaya parrafada.
Buena tarde