Juan, yo me despacho a gusto no sólo con este gobierno, si no con cualquier figura pública que entienda (se entiende que YO entienda) que atenta contra mis intereses (libertades, derechos, Salud,...). Pero con todo el respeto a los demás. No suelo faltar al respeto a nadie, precisamente porque contesto sosegado. Lo más que puedo hacer, es hacer uso del sarcasmo, igual que hacéis conmigo, y con otros. Forma parte del lenguaje. Pero en absoluto me voy a llevar nada al terreno personal, básicamente porque no me conocéis. Que algún comentario me puede sentar mal? Pues claro, como a todos. Y qué hago? Contestar en el mismo tono en el que se hace el comentario. Ni mas ni menos (ya sabes, curar con su propia medicina...). Pero a nadie he faltado al respeto.Juankinki escribió:Uzume escribió:Juankinki escribió:AnMoVi escribió:
Templario, no estás solo!!!! Los que creemos en la democracia y la libertad de expresión te apoyamos!!!! Jajajaja!!!
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Aunque lo digas en tono jocoso, no tiene ninguna gracia.
Es como lo de los españoles de bien. Qué pasa ¿Qué los que pensamos de forma diferente no somos de bien?.
Cuidado con las expresiones. Yo puedo criticar a los dirigentes del PP por su uso torticero de la epidemia pero intento evitar cuestiones personales. Te vuelvo a repetir, los que aquí escribimos no tenemos por qué soportar ese tipo de acusaciones veladas porque yo creo en la democracia y en la libertad de expresión posiblemente mucho antes de que tú tuvieras noción de esos conceptos.
Te vuelvo a recomendar que antes de enviar un comentario vuelvas a leer lo que has escrito.
Que no, Juan, que luego la que lanza insultos y mensajes de odio soy yo. Demasiado pides.
Anmovi, y deja meter en tu saco a Templario, que él te puede dar lecciones de respeto estos días.
Templario se despacha a gusto contra el Gobierno pero hasta ahora ha sido completamente respetuoso con los demás foreros.
Mientras seamos capaces de evitar alusiones personales podemos hablar de todo. Esto no se trata de buenos o malos sino de diferentes pensamientos. Otra cosa es hablar de los políticos, de unos o de otros, ya que la crítica la llevan implícita en el cargo en tanto que son personajes públicos cobrando dinero público.
Y ya aprovecho para contestar a AnMoVi. Yo presumo de no tener la piel fina pero me mosquea que a base de repetir falsedades alguno crea que se va a convertir en una verdad irrefutable, al estilo Goebbels, como parece cuando lo de defender la libertad es patrimonio exclusivo de los que casualmente en 40 años de democracia no han sido capaces de condenar el franquismo en el Congreso de los Diputados y eso que han tenido un montón de requerimientos en todos estos años o como cuando se utiliza la Constitución como arma arrojadiza para lo que interesa contra Cataluña pero se obvian y se desdeñan los artículos a los que se refiere el estado de bienestar, como el derecho al trabajo y a una vivienda dignos utilizando otra falsedad, la de que los peligrosos rojos van a quitar los ahorros o las casas a los españoles "de bien".
Ahora, de ahí a entrar en descalificaciones personales, o simplemente, críticas hacia un forero (cuando de lo que va el hilo es de la gestión del gobierno), me parece absurdo e irrespetuoso (a partes iguales). Entiendo que éstos, son temas polémicos, básicamente porque no todos pensamos igual, y nuestras fuentes de información pueden no ser las mismas. Pero estamos entrando en un terreno.... bueno, “pantanoso”. Nadie está en posesión de la verdad absoluta (por desgracia, tampoco nuestro gobierno). Y si yo pienso distinto a la mayoría de este foro (que lo desconozco), no quiere decir que esa mayoría lleve razón, básicamente porque no es una muestra representativa. Y ya ni tan siquiera hablamos de quién lleva razón, si no de que tengo todo el derecho del mundo a pensar distinto, y airearlo si quiero. Y ya me podéis tachar de lo que queráis, porque, sinceramente, me da igual (ya pasé esa fase hace tiempo). Ahora, que no os moleste que yo juegue a lo mismo (que es precisamente lo que estoy haciendo, desde mi primera intervención en este hilo).
Y para terminar: si me tomo con humor cualquier cosa, la que sea, no es motivo para que nadie se ofenda. Y si lo hace, allá él (o ella). Nadie puede pretender decirme cómo he de tomarme nada. Y mucho menos de darme lecciones de respeto, dignidad, libertad, democracia, y un largo etcétera. Para ello, hay que conocer al interlocutor. Y ninguno de los aqui presentes me conoce.
Ala! Qué a gusto se queda uno... (más de uno -y una- debería hacerlo de vez en cuando). Eso sí, desde el respeto.
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