el Carles escribió:
Recuerdo un post que subí en Caborian con una serie de este tipo, realizada al lado de casa, hechas sin ni siquiera mirar por el visor.......... los que en principio las encontraron magníficas............... cuando posteriormente avisé de la estafa, se enfadaron conmigo.
Abundo en lo que dice el compañero Doce, a propósito del “experimento estafa” de El Carles, porque efectivamente solo depende de la intención de estafar. También estafa el talentoso falsificador que es capaz de pintar un Rembrandt
https://es.wikipedia.org/wiki/Tom_KeatingYo (y cualquiera) puedo hacer una foto que no me guste pero que sepa que va a gustar, por ejemplo en un foro de fotografía (en realidad cualquier foto que recuerde a otra que guste y que siga una receta técnica) ¿De qué me sirve perder el tiempo en eso? ¿De qué te sirve perder el tiempo con un experimento como el que hiciste? Es totalmente absurdo. En otras palabras, ¿si no eres católico, para qué vas a misa? tan reproducible es hacer una foto desenfocada como otra enfocada.
el Carles escribió:Juankinki escribió:
También se puede jugar con el desenfoque en torno a un punto concreto de interés, pero hacer del desenfoque integral una cuestión de dogma, pues como que yo no lo veo.
Cierto, en el momento en que no se muestra ningún sujeto nítido, para contrarestar el "movido", ni que se vea claramente una intencionalidad, para mí, son fotos fallidas, vamos de las que van directamente a la basura.
Tantas fotos de Haas en las que no hay nada nítido, a la basura pues.
Juankinki escribió:"La imperfección es donde empieza el arte"Y esta sentencia pontificia ¿a santo de qué viene?.
¿Que quiere decir, que Velázquez, Rembrandt, Vermeer o Miguel Angel no son artistas porque buscaban la perfección?.
De verdad, estamos llegando a unos extremos que yo alucino.
Esa frase
"La imperfección es donde empieza el arte", no es más que la simplificación en un titular de una idea que encierra bastante verdad... la frase desarrollada podría ser más bien así (a bote pronto):
“todos los defectos derivados del uso de una técnica y/o tecnología, son los que sobreviven a esa técnica y/o tecnología como efectos expresivos propios y que le dan valor.Por ejemplo, el desenfoque es un
defecto particular de la fotografía, y precisamente por ello uno de los recursos expresivos más distintivos de ella, como cuando se saca provecho de una mínima PDC... ¿acaso nuestros ojos ven así, con
bokeh? Solo forzando mucho la situación hasta el fallo de no poder enfocar a muy corta distancia del ojo, o es si tenemos algún defecto de visión (y normalmente no nos damos cuenta de ello porque nuestro cerebro lo corrige en el proceso de percepción). Si el primer ingeniero que desarrolló una lente para una caja oscura (que luego devendría en cámara de fotos), hubiera fabricado de forma sencilla la imposible lente con todo a foco, sin duda que el bokeh no existiría hoy como recurso, puesto que a nadie se le hubiera ocurrido fabricar una lente para
desenfocar cosas.
Otro ejemplo, el sonido característico de la guitarra eléctrica, (conocido como distorsión y fuzz): cuando se inventó la guitarra eléctrica, el objetivo era conseguir que una guitarra española o acústica se escuchara a mayor volumen para poder destacar de entre el resto de los instrumentos de una banda de jazz, pero no fue eso lo que ha hecho triunfar al instrumento, ni lo que lo distingue, sino la distorsión, que es el
defecto producido por los amplificadores de válvulas cuando, por saturación, no eran capaces de reproducir correctamente la señal, comprimiéndola y produciendo ese sonido característico, más sostenido, más cercano a una viola que a una guitarra española, que lo hace más modulable, más coloreable y más expresivo.
Y preguntas por Velázquez y otros: realmente si ves de cerca un cuadro de Velázquez, veras que las pinceladas no reproducen exactamente lo que crees que ves, hay “defectos” convertidos en “efectos” (las transparencias, veladuras, zonas borrosas, etc.) para crearte la “ilusión “ de forma y luz.
En las formas artísticas siempre encontrarás un defecto, un error, o un
límite (es decir una
incapacidad para hacerlo
mejor) que son los que terminan de dar forma definitiva a la expresión de ese arte.