Danichrome escribió:Bien, pero nuevo no quiere decir que vaya a trascender o ser bueno. Solo el tiempo lo dictamina y hace de colador.
Absolutamente. Apunta JMLA que el tema evoca una aburrida discusión, y en eso estoy totalmente de acuerdo, pero yo diría que más bien lo es precisamente porque no hay verdadera discusión, esto es, argumentos que la hagan interesante. Se podrá decir que quienes están en contra tampoco los dan, y es bastante cierto. Yo podría decir que no me impactan lo más mínimo porque me resultan vulgares, nada especiales y por ello muy sobrevaloradas, porque el feísmo no es nada nuevo ni deja de ser también una estética (no una facilona antiestética), sólo que con ínfulas de transgresión pero en el fondo muy políticamente correctas y al gusto que se impone hoy (¿dónde está la transgresión entonces?), pero lo cierto es que si algo no interesa no se molesta uno en buscar razones: no interesa, y punto.
En el otro lado, el razonamiento de quienes aprecian esas imágenes (algo que, quede claro, no pongo en cuestión ni por un momento) suele reducirse una vez despojado de la palabrería periodística, a la "novedad" frente a "lo convencional" (sea eso lo que sea) y al "esteticismo", y por ello la oposición a algunas de esas obras se descalifica como simple rechazo a "lo nuevo" y, todavía peor, "sólo porque es nuevo", porque "el cerebro es así". Perdonavidas, encima. Poca discusión creativa ni divertida cabe ahí, ciertamente.
Me parece significativo el recurso habitual en estos casos a la mención de tantas obras que, rechazadas en su momento,
con el tiempo han devenido, con toda justicia, en piezas de culto. Por supuesto que es así pero, aparte de que eso no hace más que confirmar que "el tiempo dirá", si queremos ser justos en el debate sobre la sacralización de "lo nuevo" también deberían mencionarse las muchas novedades que han pasado sin pena ni gloria. Pero, claro, eso no es posible precisamente porque han desaparecido en el sumidero de la historia casi sin dejar rastro, así que lo nuevo "triunfante" gana por goleada pareciendo con ello dar la razón a quienes apuestan por la novedad como única forma válida de estar en el lado "correcto" del Arte, el que se vende como "rompedor".
Me sorprende a este respecto que JMLA (que espero me disculpará por no abrir otro mensaje para no perder el hilo) mencione una foto de García Rodero con relativo parecido temático con alguna otra de Lúa Ribeira (no sé si se refiere a la de la azotea), cuando lo cierto es que no pueden ser más diferentes: mientras que las fotos de "La España oculta" de Rodero son fotoperiodismo puro, las similares de la gallega son performances fotografiadas, como aprecia Scono; mientras que lo nuevo en Rodero era mostrar -como ella misma dice- una España popular en buena parte desconocida o en desaparición, las presuntas novedades de Lúa (me refiero siempre a esta serie de fotos) no van más allá de lo que se pueda ver en cualquier noticiario, eso sí, reconvertidas en objetos estéticos; de la misma forma, mientras Rodero es decididamente deudora de una estética fotográfica que pudiéramos llamar "clásica" en base a esa honradez que es el fundamento del fotoperiodismo, la de Lúa es... bueno, supongo que alguien la podrá explicar
.
Para confirmar lo anterior basta hacer varias búsquedas en las imágenes de Google sobre "García Rodero España Oculta", "W Eugene Smith Spanish Village" y, ya puestos, incluso "José Ortiz Echagüe" (tan denostado éste en los años 70 y 80 por el grupo de la revista Nueva Lente), para ver la similitud estilística aun contando con las lógicas distancias cronológicas. Todos ellos, con sus diferencias, me provocan la emoción de algo auténtico, cosa que no puedo decir de las imágenes de Ribeira que a mí me parecen el verdadero pastiche. Si a alguien le parecen impactantes perfecto pero, si nos ponemos a impactar me quedo con Mapplethorpe o Arbus, vaya, porque sabemos distinguir perfectamente entre lo
bello, lo que nos
gusta, los que nos
emociona y lo que nos
impacta, todo lo cual puede coincidir o no en una misma obra, pero para mí Ribeira no entra en ninguna de estas categorías. Si a alguien le emocionan, sería interesante saber la razón más allá de que "es diferente".
Debería quedar claro que no se trata por tanto de rechazo a lo nuevo, sino al esnobismo de que debamos quedarnos arrobados con ello solo por serlo. Resulta comprensible que la saturación de imágenes y tal vez
nuestra propia dificultad para hacer algo diferente por nosotros mismos -para el que se lo plantee, yo no aspiro a tanto- nos empuje a agarrarnos al clavo ardiendo de cualquier novedad que nos pongan por delante, más aún si los muchos entendidos nos dan la barrila con ello, pero no veo por qué hay que menospreciar la resistencia a este otro bombardeo.
Por eso estoy absolutamente de acuerdo en que el tiempo será el mejor filtro y el que ponga las cosas en su sitio, como siempre ha sido hasta ahora. Mientras tanto, volveré a pasar un rato divertido e iconoclasta con la serie "Bellas Artes".