La exposición
"Esencias", de Imogen Cunningham se sitúa en las antípodas de la de Meyerowitz, ya comentada, y lo hace en casi todos los aspectos: donde de este último se mostraban más de doscientas fotos, la de Cunningham se reduce a una treintena (según el catálogo; yo solo conté veintinueve); donde la de Meyerowitz suele mostrar un claro sentido del lugar, la de Cunningham lo hace de la luz y la forma. Incluso las fechas, limitada a 1966-67 para Meyerowitz, abarcando un período amplio desde los años veinte hasta alguna foto de los sesenta para Cunningham.
También el reducido espacio expositivo muestra esa diferencia, como se puede ver en la
visita virtual, que permite una visión cercana de algunas de las fotos (y de paso una ojeada al techo artesonado).
Es bien sabido que Imogen Cunningham, al contrario que otros fotógrafos, tocó todo tipo de temas a lo largo de su dilatada carrera y de ahí mi interés por ver más de su obra, también a raíz de los debates en este foro sobre el
estilo o la
foto callejera. Por ello esperaba, en principio, más variedad de contenido -retratos, paisajes o fotografía urbana- en una exposición que no sabía reducida a una breve muestra de la colección de José Luis Soler Vila, aunque en absoluto se puede decir que la visita haya sido decepcionante. Lo bueno nunca lo es
.
Como es lógico, las imágenes de la exposición, con alguna excepción, están también en su
archivo oficial. Por ejemplo:
Philodendron, 1950s
Dos lirios, c.1925
Áloe, 1920s
Diseño de Ágave 1, 1920s
Ágave, 1930
En todas ellas se pone de relieve el interés obsesivo por la luz y la forma, rayando en la abstracción en algunos casos. A este respecto es interesante resaltar dos frases del folleto de la exposición (igual algún compañero se siente identificado en alguna medida con ellas
):
"Fue el jardín de su casa el que le proporcionó, con su «colección» de suculentas, un motivo accesible al que dedicar sus experimentaciones""... su fascinación por la luz y su mirada minuciosa y franca a lo común, a la belleza de lo intrascendente"Claro que también se dice que tenía
"un lenguaje personal, único", y esto no parece ya tan claro, porque salta a la vista que algunas de sus fotos de vegetales bien podrían haber estado firmadas por Weston, de la misma forma que algunos paisajes de
Cunningham o
Weston podrían haberlo estado por
Adams, lo que nos llevaría a alguna discusión sobre lo del "lenguaje único".
Lo cierto es que tampoco parece que el
estilo, al menos como lo solemos entender -elección muy
personal de temas y técnicas-, importara demasiado a los miembros del
f/64 (a estos tres al menos) ya que era mucho mayor su coincidencia en cuanto a la precisión al acercarse al objeto... y probablemente todavía importaría menos a Cunningham, la más polifacética, tal como se puede ver en su
archivo. Pero para conocer de cerca esa otra parte de su obra habrá que esperar a que surja la oportunidad.