Aunque no me encuentro muy a gusto con los paisajes creo que hay que tratar de aprender de todo. El lugar se llama O Roncudo, en Corme-Ponteceso (La Coruña). Buena parte de los percebes gallegos se recogen en estas rocas golpeadas por el mar. Y eso que esto era un día de calma de principios del verano. Estos mariscadores se juegan la vida. En recuerdo de los fallecidos mientras trabajaban hay varias cruces blancas clavadas en las rocas.
Tardaré en contestar si tenéis a bien comentar.