Bueno, os cuento cómo trabajo yo el blanco y negro. Lo hago todo en Lightroom, que es el programa que más me gusta para el revelado/procesado. No suelo cargar las fotos en Photoshop porque no hago muchas modificaciones más allá de ajustar la luz o algún recorte.
Primero ajusto el histograma de la fotografía hasta que las luces y las sombras lleguen a su límite pero sin llegar a sobrepasarlo. Estos valores lógicamente dependerán de cómo haya quedado expuesta la toma y del aspecto que le quieras dar.
En este caso, la imagen era de noche, con bastante diferencia entre luces y sombras, así que ajusté un poco la curva de luz.
Pero creo que quid de la cuestión, el truco del blanco y negro se encuentra en estos controles. Hay que analizar qué colores se encuentran en la imagen, cuáles predominan, cuáles son los que se encuentran en los bordes y qué zonas son las que quieres que resalten. Para fotos callejeras suelo usar unos valores similares a los siguientes:
Y otro punto importante, para que el blanco y negro no se quede plano es darle un toque de color. Bajo mi punto de vista (porque es lo que a mí me gusta), el blanco y negro puro deja las imágenes un poco carentes de vida. Por eso siempre aplico un poco de color, muy poco, algo sutil, pero basta que la foto tenga una pequeña dominante de color para que gane un poco de vida.
Por último aplico un poco de viñeteo. Hay quien dice que es una horterada, a mí me gusta.
No quiere decir que este método sea mejor ni peor que otros, pero como el resultado me gusta, pues me lo quedo