Mi opinión no es muy de fiar, porque estoy enamorado de las OMD de Olympus. Empecé en el sistema con una Pana GF3 con el 14 mm, a un precio de risa (100 euros nueva en ECI) y esta primera cámara me envenenó
Después pasé a una EPM1 de Olympus, para aprovechar una oferta con el 14-150, pero ambas cámaras, la Pana y la Oly, eran de imposible visión a plena luz del sol: casi imposible saber exactamente los límites de la foto.
De cualquier forma, el formato ya me había conquistado. En el fondo del armario quedó para siempre mi Nikon D300 con su flash y el 18-200, un conjunto que supera los 5 Kg de peso, y que no se mete en cualquier bolsa.
Y entonces salió la EM-10. El diseño me cautivó, la calidad, para mí, impresionante (sí, mucha menos autonomía de batería que en la Nikon, muchísimo menos, pero siempre que salgo, en cualquier paseo, para cualquier gestión, llevo mi EM-10 en el portafolios). Y, por fin, podía ver a través del visor cualquier escena por mucho sol que hubiera, incluso con el sol en el encuadre.
Y por último, FNAC sacó a precio de derribo una EM5 con el 12-50, y tampoco me pude resistir.
Me encantan por igual la EM5 y la Em10, pero, tal vez, si tuviera que elegir, me quedaría con la EM10 (el programa Live Composite es formidable, los poseedores de cámaras FF o enormes reflex no terminan de creérselo hasta que lo ven, y ya solo eso me decanta en favor de la EM10).
¿Y cuál es mi próxima cámara?, pues la EM5 -II, todavía algo cara, pero creo que ésta sí puede ser mi cámara definitiva. ¿Mi consejo? Que te estires un poco e intentes llegar a la EM5 II, pero si no puedes, la EM10 II también es una grandísima cámara.
Y otra cosa: Estate atento a ofertas de EM5 y EM10, porque, cada cierto tiempo, salen promociones extraordinarias ya que los grandes almacenes tienden a quitarse de enmedio el stock de estas cámaras (La EM5 con el 12-50 me costó 399 euros en FNAC hace tres meses).