Guillermo Luijk escribió:No puedo comprender cómo algunos presidentes de autonomías en fase 0 o semi fase 0, están pataleando de por qué ellos no y otros sí pasan a fase 1. Deberían por una parte reforzar el mensaje sensato de que la desescalada puede requerir pasos hacia atrás si en 2-3 semanas se vuelven a disparar los contagios, y puestos en modo egoísta podrían hasta estar satisfechos de que sean otros los que actúen de cobayas a ver qué pasa.
A veces los políticos son peor que niños. Quién asesora a esta gente? técnicos o community managers de 20 y pocos años?
https://elpais.com/espana/2020-05-10/ma ... alada.htmlSalu2!
Partimos de la base de que en todas las comunidades se da la división de opiniones en lo que se refiere a prioridades sanidad-economía y, lógicamente, todos creen tener razón. Llama la atención que mientras Ayuso confiesa haber cambiado de criterio por las presiones de los grupos económicos, Torra declara que a él nadie ha intentado presionarle en ningún sentido. ¿Son distintas formas de actuar de los grupos de presión en los diferentes territorios, o son distintas formas de percibir o interpretar lo que constituye una presión? Confieso que no tengo respuesta, pero la pregunta queda ahí.
En cuanto a las reacciones de los que pretendían cambiar de fase y no se lo han concedido, creo que ciertamente ha habido algunas salidas de tono, pero también se han producido otras reacciones que no parecen responder al calificativo de pataleta, sino que tienen raíces más profundas y afectan al sentimiento de malestar de la comunidad por el trato recibido desde el estado. Me refiero a Ximo Puig y recuerdo para el que lo haya olvidado que Valencia es la comunidad peor tratada, maltratada se podría decir, por el sistema de financiación autonómica.
La comunidad Valenciana presentó un informe de 232 páginas justificando su solicitud y no ha recibido ninguna respuesta del gobierno de Sánchez, sino solamente una denegación de 9 palabras sin ninguna explicación de por qué se deniega ni qué condiciones son las que no cumple. Un desprecio en toda regla, a la institución como tal y a su presidente.
Esto ha llevado a Ximo Puig a decir una frase lapidaria: "lealtad no es sumisión", frase que en boca de un compañero de partido político tiene un significado especialmente duro, precisamente en el momento en que Sánchez ha dado un giro retórico a su política del "ordeno y mando" por el de la "cogobernanza" ¿cambio de asesores? Hasta el mismísimo Torra se muestra mucho más moderado diciendo que él no ha visto la cogobernanza por ninguna parte.
La queja de Ximo Puig tiene, por tanto, una carga de profundidad contra la política de comunicación y colaboración del gobierno Sánchez no exenta de motivaciones. No solamente no le han dado ninguna explicación, ni siquiera a título privado a un compañero de partido, sino que además el famoso comité científico que toma las decisiones permanece en el anonimato contraviniendo lo dispuesto expresamente en la Ley de Sanidad, que exige explícitamente, la publicidad de los comités asesores. Todo ello con la excusa de que los expertos no reciban presiones, cosa que es evidente que a Ximo Puig no le debe convencer lo más mínimo, como a nadie a excepción del propio gobierno Sánchez, porque en sus propias palabras todos estamos sujetos a la ley y nadie se la puede saltar por sus conveniencias. En resumen, que si lo que querían era cabrear a alguien lo han conseguido.
Cuando acabe el problema sanitario sería interesante analizar, en el hilo político eso sí, la política de comunicación del gobierno Sánchez y quienes han sido sus asesores en ese terreno.
Olympus OM-D M-5 y algunos objetivos Zuiko y Pana.