Fid escribió:Lo de un hombre, un voto, está muy bien pero parece que ninguno se ha parado a pensar un poco sobre ello.
Fid, sin acritud, creo que una afirmación como ésta es pasarse al menos un poco.
Algunos llevamos más de cincuenta años interesándonos por estas materias.
Fid escribió:Primero, en una democracia representativa, eso siempre es falso, incluso con circunscripción única, hay que establecer un número de representantes, eso quiere decir que, quien no saque votos suficientes para obtener un representante está fuera. Cuanto más pequeña sea la circunscripción o menos representantes haya, más fácil es que muchos votos queden fuera.
Por supuesto que es imposible llegar al 100% de votos útiles, nadie lo pretende.
Recuerdo que en una de las primeras elecciones españolas hubo un partido que sacó menos votos que candidatos tenía en la lista.
Lo de "un hombre un voto" es un principio al cual hay que aspirar, no un objetivo a conseguir taxativamente.
Pero si en vez de hacer lo posible por acercarse a ese principio hacemos lo contrario, es decir utilizar el sistema electoral para alejarse de él, favoreciendo determinadas opciones, eso es antidemocrático (en mi opinión, claro). Y eso es lo que sucedió en España, se dio una sobrerrepresentación a las zonas más conservadoras con el claro objeto de favorecer esas opciones políticas frente al potencial peligro del ascenso de la izquierda, favoreciendo de paso el bipartidismo que excluyese las formas más extremas de la izquierda, como así ha sucedido hasta muy recientemente.
Pero como no hay felicidad perfecta, resulta que la autonomía de Cataluña no tiene ley electoral propia y se rige por el sistema electoral estatal, cosa que les parece injusta y anticonstitucional partidos llamados "unionistas" que han reclamado repetidamente una ley electoral para Cataluña que sea proporcional, cosa que jamás se les ha ocurrido reclamar para las elecciones estatales puesto que ya les va bien a ellos tal como está. A esto se le llama caradura.
En cuanto a los sistemas concretos para acercar el número de representantes electos al porcentaje de votos obtenidos, los hay muy variados y en internet hay información más que de sobra para informarse.
Todo es cuestión de voluntad política.
E insisto, la proporcionalidad es un principio al que hay que procurar acercarse, no alejarse, a sabiendas de que es imposible llegar al 100%.
Olympus OM-D M-5 y algunos objetivos Zuiko y Pana.