Duir escribió:Si el comportamiento individual de cada uno no es correcto no hay ley, ni ayuntamiento ni ninguna fuerza en el mundo capaz de controlarlo.
En un caso tan sencillo como el que ha dado pié al debate, aunque pasen mil visitantes respetuosos basta uno o dos (normalmente mas de uno, actúan en grupo esos "valientes" para que todo se venga abajo.
En realidad mucha gente es consciente de no ensuciar las calles aunque a diferentes niveles. Si todos y cada uno tirásemos todo por ahí no habría presupuesto municipal que pudiese abordar la limpieza y seguramente serían los mas guarros los que mas alto se quejarían de lo sucio que está todo.
Son las parajodas de esta suciedad que nos toca vivir.
En algunos países centroeuropeos son los propios ciudadanos los que llaman la atención a los incívicos y ni siquiera tienen que entrar en juego las leyes o la policía. El típico ejemplo de "oiga, señor, se le ha "caído" ese papel al suelo".
Si pasa eso aquí te puede caer desde un "la calle es de todos y a usted que le importa" hasta que te den un puñetazo como al pobre anciano al que mató un sujeto por recriminarle que iba muy deprisa con el automóvil habiendo un paso de cebra.
Tienes razón en que la mayoría de la gente es respetuosa pero, y yo me incluyo, tenemos demasiada "prudencia" a la hora de llamar la atención a los incívicos por eso mismo, el miedo a las reacciones de los energúmenos de turno.
En cierta ocasión le hice señas a un señor que estaba hablando por teléfono con el coche en marcha en un aparcamiento y soltando un humazo impresionante para que parara el motor. Cuando terminó de hablar salió del vehículo y lo primero que me dijo es que me iba a arrancar la cabeza. Ante un armario de 1,90 con esa actitud ¿qué se puede hacer?
Saludos,
Juan.