ulises escribió:toshiro escribió:Pero tuvieron un maestro o un largo proceso de autoaprendizaje, todos.
Sí, claro, eso no lo pongo en duda. Y bajo mi punto de vista, el mejor aprendizaje es la propia práctica. Ahí tienes a Vivian Maier: se dedicaba a cuidar niños, pero creo que hasta cuando iba con ellos llevaba la cámara a cuestas.
¡Un saludo!
De vivian Maier cada vez se van sabiendo más datos que explican su talento.
La novia de la madre de Vivian Maier era una exitosa fotógrafa y escultora (
https://fr.wikipedia.org/wiki/Jeanne_Bertrand). Vivió con ella desde los 4 años por lo que se crió mamando fotografía:
Her father seems to have left the family temporarily for unknown reasons by 1930. In the 1930 census, the head of the household was listed as Jeanne Bertrand, a successful photographer who knew Gertrude Vanderbilt Whitney, founder of the Whitney Museum of American. When Maier was 4, she and her mother moved to the Bronx with Bertrand, who at the time was a professional photographer.
In the 1950s, when she was in her 20s, Vivian Maier visited a photo studio run by women in Union City, N.J. She had known one of them — Jeanne Bertrand — since she was a child. When Maier’s maternal grandmother moved to New York from France in 1901, she met a cousin of Bertrand’s. By the time Maier took Bertrand’s portrait at the studio in 1954, the older photographer had been working in the field for more than half a century. This portrait and others suggest much about the artistic development of Maier, a street photographer who doesn’t appear to have made an effort to show her work before she died in 2009 at the age of 83. Not only did Maier know Bertrand, she also went more than once to meet with — and likely to learn from — her and her colleagues, who made careers using their cameras.
Y por cierto que el caso de vivian Maier nos viene al pelo. Ella era una amateur que ni en sus mejores sueños hubiese pensado que llegaría a ser considerada una de las grandes.
Pese a ser amateur usó sobre todo una Rolleiflex, una cámara carísima en la época que solo usaban los profesionales y que para mayor inri te obligaba a usar negativo mucho más caro.
Al final perseguir el exceso de calidad que le daban esos negativos de 6x6 no fue en balde y hoy en día podemos disfrutar de su obra con una calidad excepcional.
MORALEJA: cómprate lo que más calidad te dé y lo mejor que te puedas permitir, nunca sabes si tus fotos acabarán colgadas en museos de todo el mundo una vez hayas muerto