Guillermo Luijk escribió:Las cámaras que llevan los móviles son LA cámara del 99% de usuarios del planeta y no hace falta etiquetar ni restringir los usos que cada uno les de. Sirven para las redes sociales, y también para los recuerdos, para los viajes, para la familia, para hacer arte, para enviar documentos al instante, en definitiva para lo que nos de la gana. Y por eso precisamente han provocado que apenas se vendan ya cámaras de cualquier otro tipo. Obviar este hecho es como tratar el tema con una venda en los ojos.
Hasta donde puedo ver, nadie está obviando nada, ni ese 99% (da igual la cifra) ni que cada cual use el móvil como y para lo que le venga en gana. Más bien es precisamente al revés: se contradice bastante reivindicar tal libertad de usos con esa afirmación anterior de que quienes no lo usan (usamos) de esas maneras es por "querer parecer raro y diferente".
Puestos a no obviar y a quitarse vendas de los ojos tampoco se puede dejar de lado que, hoy por hoy, la mayoría de las fotografías hechas con los móviles tiene como destino las redes sociales y que este es el motor que ha empujado al resto. Después de todo, el negocio para las compañías telefónicas está en las aplicaciones que generan tráfico de datos, no en las que se puedan usar off-line. No se está afirmando que "tenga" que ser así, ni que "no" se puedan hacer otras cosas con las cámaras de los móviles, sino que en el 99,99% de los casos ese es su destino (y luego, periódicamente, a la papelera). Si esto ha dado lugar a un descenso en la venta de cámaras es simplemente porque un fin primordial de la fotografía más o menos familiar o de recuerdos siempre ha sido compartirla con los medios que había: enviando copias a los familiares, enseñando el álbum a las visitas o en aquellas más o menos tediosas sesiones de diapositivas de las vacaciones del verano (por no hablar del Super 8). Si antes el
usuario de fotografía doméstica no tenía más remedio que empezar a usar una cámara y luego recurrir a alguno de esos procedimientos, hoy evidentemente ya no es así ya que el móvil no solo se lo da todo en una pieza sino que, además, le ha multiplicado exponencialmente las posibilidades de compartirlo todo, a todas horas, con muchas más personas y desde cualquier lugar. Esto lo vemos a diario en amigos, familiares y conocidos y no se trata de hacer un juicio de valor (no aquí, al menos). Cierto que a este segmento de usuarios -o sea, a cualquiera con una cámara- también se les llamaba "aficionados" pero hoy ya vemos que no es así y que el sector de aficionados a la fotografía
per se es en realidad mucho más reducido de lo que antes se creía.
La cuestión entonces sigue siendo ese otro 1% que queremos hacer fotos con otros fines, como dice JMLA, o que simplemente nos encontramos más a gusto haciéndolas con una cámara que con un móvil... aunque no renunciemos a usarlo para "algunas" de las cosas que se "puedan" hacer con él (incluso para "fotos anotación", como bien recuerda Rush81; yo lo hago con los vinos que quiero recordar porque no iba a sacar la E-M5 para eso ni siquiera aunque la llevara encima). No se trata ya de la vieja cuestión de si ese reducido segmento de aficionados (o incluso algunos niveles profesionales) es rentable o no para las marcas: es que ya parece que ni siquiera nos dejan (¿dejáis?) la opción de seguir usando lo que queramos mientras podamos.
Al final me quedo con la duda de si teniendo una Victorinox que hace de todo sigues utilizando cuchillo y tenedor para el solomillo...
En tal caso ¿será también por "querer parecer raro y diferente"?