No quiero entrar, no quiero entrar, no quiero entrar...
Lamentablemente he olvidado muchos de los datos que tenía en la cabeza hasta mi jubilación. Trabajé en banca. mucho, con mucho estrés, pero mucho menos que los directores, comerciales, a los que se imponían campañas sobre campañas, unas con más riesgo que otras. Seguimiento diario, semanal, quincenal, casi hora a hora. La banca dejó de ser la tradicional hace mucho tiempo, ¿veinte, treinta años?
Cuando se dice la banca siempre gana, ¿quien gana en realidad?. Evidentemente los accionistas y, tal vez, la alta dirección del banco que, se supone, debería cobrar pluses solo cuando se consigan determinados objetivos.
Pero preguntemos a los accionistas, grandes y pequeños, de Bankia qué han ganado. O a los titulares de las cuotas participativas de las cajas de ahorro quebradas. Han perdido absolutamente todo su dinero. Ésa es la "banca" que gana o pierde, son sus accionistas. Otra cosa son los jugosos beneficios que se autoreparten los altos ejecutivos del banco, mucho dinero pero, a la postre, el chocolate del loro con respecto a las cifras totales.
Banco Popular fue, durante muchísimos años, el banco mejor gestionado de España, el más seguro y uno de los más rentables. Cuando llegó el boom financiero y había dinero por todos sitios, muchos bancos "tuvieron" que subirse al carro para financiar promociones de viviendas y después subrogar préstamos a los compradores. En algunos bancos, y sobre todo en cajas, se subió irresponsablemente el porcentaje de financiación que nunca debió exceder de un 70%. Pero había que vender y durante algún tiempo, los más prudentes, aún subiendo el porcentaje de financiación, pudieron escoger a los promotores y, sobre todo, los sitios donde se iban a vender las viviendas. Un banco que llegó muy, muy tarde, a la financiación de promociones, fue, precisamente el Popular, seguramente no movido por la avaricia sino porque era necesario estar en ese mercado para obtener beneficios. ¿El problema?, que recogió la cola de las financiaciones que los demás bancos habían ya desechado. No contento con esta política nefasta (aunque necesaria si hubiera estado bien hecha), da un salto adelante y compra nada menos que el Banco Pastor, un banco ya casi quebrado, evidentemente barato, pero fue la losa definitiva para el Popular,
Así que las cuentas del Popular se van por la alcantarilla, y los accionistas, es decir, el Banco, lo pierden todo. Ni siquiera a coste cero, el banco era viable. Menos mal que el Santander lo "compra" y reflota.
¿Rescate de la banca?, dejémoslo claro, la banca son sus accionistas, y éstos lo perdieron todo, como se quedó en nada el valor de las cuotas participativas de la mayoría de cajas. Y los altos ejecutivos, naturalmente, dejaron de cobrar sus inmorales emolumentos y algunos de ellos procesados y obligados a devolver lo cobrado indebidamente.
Dentro de la banca en malas condiciones,Bankia era una ligera excepción. Se podía recuperar y ahora está recuperada. Que el Estado se quede con ella o la venda, no sé decir. Si tuviera que decidir, diría que se mantuviera en manos públicas (con administración profesional privada, como ahora) por lo menos hasta que vendiendo el resto del capital se recupere todo lo invertido.
El rescate... sí, el rescate. Esas entidades quebradas, aún vendiendo con tiempo sus activos, no habrían recuperado el valor de los depósitos de los clientes. Y mucho menos su nivel de liquidez daba para pagar unos cuantos días de movimiento de caja, más cuando la desbandada era ya general. Y si la desbandada se extendía a los bancos buenos, la liquidez hubiera dado para muy pocas semanas. Y ahora entra el Fondo de Garantía de Depósitos que precisamente en 2011 ya tenía saldo negativo por lo que garantizar los depósitos hasta 100.000 euros por depositante en una situación de desbandada general hubiera sido imposible incluso para el Estado, no digo ya para el FGD quebrado.
¿Preferentes?, difícil cuestión. Era un producto sin vencimiento, pero que garantizaba un excelente tipo de interés. Sedujo a muchos. Durante mucho tiempo, los bancos amortizaban esas preferentes según el mercado. E incluso algunas emisiones cotizaron, creo recordar, por encima de la par. En un momento determinado, Banco de España obliga a la Banca a informar a los clientes de la cotización del producto en mercado secundario. Los clientes ya no ven el nominal sino el precio de mercado de cada emisión, inferior por supuesto al valor nominal. Se ponen nerviosos pero aguantan. Y entonces viene la catástrofe, de un año a otro, la banca, casi toda la banca, no da beneficios y mucho menos puede pensar en dar dividendos a sus accionistas. Primero palman los accionistas y después los preferentistas ya que la única causa para dejar de pagar los intereses estipulados era, precisamente, que la entidad no generara en el año beneficios distribuibles.
Y ahí fue el llanto y el crujir de dientes.
Los bancos no son corderos, por supuesto, lo sé, su único objetivo es ganar dinero y, muchas veces, no venden productos adecuados, incluso alguno puede ser fraudulento. Pero no los hagamos blanco de todas las invectivas porque no es justo. Y me temo que son necesarios, y tienen que tener beneficios porque pierden dinero en algunas inversiones.
Perdón por el tocho, y por la falta de concreción (escribo de memoria, y ésta está bastante deteriorada).
Lo siento mucho y no lo volveré a hacer