Es obvio que sí que se venden cámaras -contando las de los móviles- y que nunca en la historia se han hecho tantas fotos como hoy.
Cito a JotaEseGé:
Salvo que seamos tan simplistas de pensar que los buenos libros son sólo, siempre, los que más se venden. Y las mejores pelis, las que más taquilla hacen, las que más premios Óscar reciben. El éxito comercial como el único baremo de la calidad y el resultado final, la inmediatez, la sencillez del apunto y disparo, elevados a categoría de único fin de las fotos.
Esto que dices es interesante, ya que en buena medida la IA de las cámaras de los móviles no va tanto a conseguir „buenas fotos“ sino „fotos populares“ y la ejecutan algoritmos en función del big-data que suministran las RRSS.
La IA no puede „pensar“ una foto (como sí lo hace por ejemplo Chema Madoz, o Parr o quien sea), pero sí podrá comparar tu foto de la Torre Eiffel con otro millón de fotos de la torre, y procesarla de tal manera que se parezca a las fotos más populares de ella.
LLegados a este punto, ¿para qué hacer una foto de la Torre Eiffel si va a parecerse tanto a otro millón de fotos que desde allí mismo (o desde casa) puedes descargarte (como quien compra una postal)? La respuesta no es otra que el querer „apropiarse del aura“ de la visita a la Torre Eiffel (ya sé que suena cursi dicho así) queriendo testificar que uno ha estado allí y que esa es su propia foto... y la manera indiscutible de hacer esto es el „selfie“.
Así pues el hecho de la fotografía „popular“ es el mismo de siempre („he estado ahí“) pero elevado a la ene gracias a la tecnología.
Y el hecho de la fotografía „profesional“ o „vocacional“ seguirá siendo el de siempre (la publicidad, los reportajes, el arte...) y requerirán herramientas especificas como hoy en día. En medio hay un segmento aficionado plus, que somos los de los foros, los que gastamos en cacharros como si fuéramos profesionales, y somos el cliente codiciado por la industria para seguir con el motor en marcha.
Sí que se venden cámaras, que se usan además para mandar mensajes por whatsapp, hablar con la oficina, calcular la PdC, ver qué tiempo hace mañana, leer la prensa, quedan obsoletas en 2 ó 3 años, y con los que cuestan en euros te puedes comprar un camarón bastante mejor. Y son un filón para una industria que hace 15 años ni existía, y un problema para la industria fotográfica que ve cómo le mueven la silla.